martes, 5 de julio de 2016

"Los derechos de los niños en el contexto de la emigración internacional"

En su declaración introductoria en el día del Debate General, en Septiembre de 2012, François Crepeau, Relator Especial sobre los Derechos Humanos de los Emigrantes, enfatizó que "los hijos de los emigrantes siempre deben ser tratados en primer lugar como niños". Lamentablemente, terminologías como "inmigrantes ilegales", todavía predominan en la mayoría de las deliberaciones –un lenguaje que "demoniza a los niños inmigrantes y lleva a una mayor alienación, violencia y xenofobia... Ningún niño es ilegal, ningún ser humano es ilegal. Todos los niños tienen sus derechos, independientemente de su estatus”.
Crepeau destacó una serie de aspectos a los que se deben dar prioridad en el tratamiento de los hijos de inmigrantes, tales como el registro de datos, la formación de las autoridades de emigración y una mejor coordinación entre los organismos. Refiriéndose a su informe al Consejo de Derechos Humanos destacó los efectos negativos que la detención de los padres causa en los hijos, y añadió que la detención de los niños y niñas inmigrantes en mismo es también un grave problema.
Concluyó pidiendo que la detención sea evitada por una cuestión de principios. La detención de familias debería hacerse sólo en circunstancias muy excepcionales. Compete al Estado desarrollar alternativas especiales a la detención y a los derechos de los niños y jóvenes basadas en sus enfoques políticos, en las leyes y en las prácticas para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones mínimas y absolutas de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Seguidamente dos adolescentes enriquecieron el Debate.
La primera fue Fatoumata, de 14 años. Era la delegada nacional de la Asociación de Niños y Jóvenes Trabajadores de Mali. Hizo hincapié en la necesidad de que las autoridades sigan trabajando en el registro de los nacimientos y en mejorar el comportamiento del personal que aplica la legislación. "Me gustaría pedirles a todos los adultos que están aquí que escuchen a los niños. Porque, si un niño tiene un problema, la primera persona con la que hablará será con un amigo, en lugar de hablar con un adulto. Las autoridades locales, nacionales e internacionales deben escuchar a los niños y ayudarlos", concluyó. 

La segunda fue Sasima, de 16 años, que representaba al Foro sobre la Migración de los Niños de Tailandia. Sasima vive cerca de la frontera entre Tailandia y la República Democrática Popular de Laos, y planteó la cuestión de los niños “apátridas” y su lucha por tener acceso a la educación. Ella recomendó que los niños reciban automáticamente la nacionalidad del país en el que han nacido, y que el acceso a la educación no debe restringirse sólo a los niños nacionales y que los niños deben ser protegidos durante todo el proceso.
Según el testimonio de los niños y jóvenes en situaciones de emigración internacional, el mayor problema que muchos cuentan es enfrentarse a la violencia y a la extorsión de la policía. Además, a los niños a menudo se les niega el acceso a los servicios básicos en los países anfitriones. Karlsson habló de la necesidad de un estudio global sobre medidas de cooperación internacional que identifiquen los fallos y contribuyan a un diálogo al más alto nivel sobre la emigración en el futuro.


Día de Debate General 2012

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