Podemos distinguir
dos amplios tipos de teología: Teología Bíblica y Teología Eclesiástica. La Teología
Bíblica trata con la manera en que Dios se presenta a Sí mismo y sus acciones
en la Biblia misma, mientras que la Teología Eclesiástica trata de cómo la
Iglesia ha aplicado el contenido de la Biblia a partir del cierre del canon de
la Escritura. La teología Bíblica es una ciencia originada en el mundo
protestante y bastante joven, dentro de la concepción de los estudios bíblicos que
ha cumplido ya doscientos años, pues nació en el 1787 con la obra de J.Ph.
Gabler. y que ha ido consiguiendo hacerse un hueco importante en las ciencias
teológicas, no sin cierto debate y conflicto con otras concepciones teológicas.
Algunas de las razones para este aumento de importancia se pueden encontrar en
la necesidad de unificar un cuerpo doctrinal para la enorme cantidad de
material aportado por la exégesis tradicional, el poder crear un punto de
discusión bíblico que ayude al ecumenismo y la posibilidad de renovar la
teología católica a partir de sus textos base.
No es fácil dar
una definición de teología bíblica. La Teología Bíblica a menudo es definida
como el desarrollo y descubrimiento histórico
de la revelación de Dios, o de la revelación de Dios y de la historia de su redención
y transformación para la humanidad y del mundo. En la practica generalmente
la Teología Bíblica resulta ser más amplia que esto, y también incluye el
estudio de la estructura literaria y de la temática Bíblica. Existe, sin
embargo, consenso en considerarla como una rama de la teología positiva: Spicq,
Prat, Hugon, Muñiz, A. Feuillet...
Así, la Teología
Bíblica muestra el carácter progresivo del contenido doctrinal de la Biblia que
es considerado a lo largo de la historia de la salvación por medio de la cual
Dios se revela y salva. La Teología Bíblica recoge los resultados dispersos de
la exegesis particular con el objetivo de conocer mejor cada una de las etapas
de dicho proceso de revelación y salvador que se dad en la historia, junto a la
Teología Bíblica, además de la exegesis ya mencionada, tenemos la Critica
Textual que, como su nombre indica, se ocupa del estado actual de nuestros
conocimientos tocante a los textos bíblicos más antiguos para obtener la mayor
claridad posible y así el mejor entendimiento del mensaje revelado. En palabras de algunos
autores, la teología Bíblica se podría definir como:
ü J. Alonso: "la teología
bíblica es una disciplina que recoge y sistematiza los datos de la fe bíblica,
teniendo en cuenta la particular dinámica con que esa fe ha aparecido en la
historia de un pueblo, que al mismo tiempo que historia humana, era revelación
divina, pero tratando también de superar el historicismo mediante la proyección
de la revelación bíblica llegada a su término, sobre las líneas ascensionales”.
ü Hamp: “ la
experiencia global de todo el contenido teológico, religioso y moral de los
libros canónicos de la Sagrada Escritura como revelación sobrenatural".
ü G. Rabeau: “la exposición
histórico-genética de las doctrinas reveladas que están consignadas en los
Libros Santos de los dos Testamentos".
ü G. Vos: “La
Teología Bíblica es aquella rama de la Teología Exegética que trata con los
procesos de la auto-revelación de Dios depositada en la Biblia.”
La problemática
actual más acuciarte dentro de la teología bíblica estriba en la elección del
criterio unificador del material exegético (el problema del canon). Ceuppens y
Heinsich han adoptado el orden de la Summa y de la Dogmática, respectivamente.
En una dirección radicalmente opuesta se mueven Meinertz, Bonsirven, Lyonnet;
J. B. Bauer..., que aspiran a agrupar las ideas religiosas bíblicas en torno a
alguna idea fundamental que procede de la misma Escritura, sin introducir
consiguientemente en la teología bíblica a ninguna de las categorías de la teología
contemporánea. El P. Spicq avanza más aún, criticando el método seguido por
muchos especialistas de tratar por separado las diversas fuentes del mensaje
divino: Sinopticos, S. Pablo, Comunidades primitivas... Contrapone a estas teologías
una teología bíblica de síntesis que supere las categorías particulares de cada
autor y recoja todos estos elementos dispersos alrededor de ideas, que reflejen
el pensamiento de los distintos autores inspirados. Propugna como idea central,
el amor, que expresa a la vez el misterio de Dios, según san Juan, y las
relaciones reciprocas de Dios y el hombre, según el conjunto de las Escrituras.
Precisamente porque
se trata de una metodología global, que da motivo y forma y significado a los
diversos métodos empleados, los relativiza a todos en relación con el texto,
que es lo absoluto... Por eso no hay que absolutizar la historia en sentido
positivista (contra el positivismo de todo tipo); no hay que absolutizar la
letra (contra todo tipo de fundamentalismo); no hay que absolutizar ni siquiera
el espíritu, apartado de la letra (contra todo misticismo y espiritualismo
exotérico, peligrosamente abierto al subjetivismo); ni hay que absolutizar
siquiera el significado (contra toda hermenéutica absolutizante). De todas
formas, la metodología teológica tiene que ser histórica (para respetar la
relación de las tradiciones con el referente histórico); tiene que unir
"la letra y el espíritu", ya que la palabra de Dios se ha encarnado
en un texto concreto; y tiene que llegar, más allá del sentido, al significado
para mí, para la Iglesia, para el mundo.
Braun expone así́
su concepto: la teología bíblica presupone una exegesis teológica; un análisis
de los textos bíblicos a la luz de la fe, con la mira puesta en el contenido
doctrinal, nos llevará a la síntesis doctrinal de los textos explicados.
Insiste por tanto en la necesidad de esa exegesis hecha en creyente. En esto se
aparta de la definición del P. Prat, que supone la posibilidad de que una teología
bíblica se haga fuera de la fe. Con este presupuesto, llama teología bíblica al
término del esfuerzo racional que, a
partir del sentido literal, tiende a organizar el conjunto de la revelación bíblica
mostrando cómo forma un todo coherente. Sin embargo, no da a este estudio
la categoría de teología bíblica sino en un sentido amplio. A modo de hipótesis
presenta la autentica teología bíblica como una teología inspirada. La síntesis realizada, por aquella es
consecuencia del trabajo de un teólogo determinado, mientras que en la teología
inspirada la síntesis seria obra del mismo autor inspirado. También seria teología
inspirada la síntesis de toda la doctrina bíblica en función de las categorías
de un determinado autor inspirado. El cuarto evangelio es un ejemplo dé ello,
y piensa Braun que una síntesis doctrinal de conjunto es posible tomando como
base la teología de san Pablo, o, mejor, la de san Juan.
Conclusión
Como vemos, la problemática
actual de la teología bíblica se centra en gran parte en el estudio de las
llamadas categorías conceptuales de la Biblia. El objetivo de la teología bíblica
seria penetrar en la Escritura con el mismo espíritu de los autores inspirados
e interpretar sus ideas de acuerdo con sus categorías conceptuales. Por nuestra
parte creemos que esta teoría de las categorías bíblicas como objeto de la teología
bíblica o como método sintetizador de la doctrina bíblica, es plenamente
aceptable si se entiende como un estudio positivo, filológico- histórico de los
conceptos claves de la Biblia, a fin de realizar mediante ellos la síntesis
doctrinal de la Escritura.
La historia de la moderna teología bíblica
muestra un cierto número de enfoques diferentes.
a. Los primeros usos
del término estaban más concentrados simplemente en brindar textos probatorios
para sustanciar las declaraciones doctrinales de la teología sistemática.
b. Una vez que los
dos Testamentos llegaron a ser objetos de estudio por separado, encontramos, particularmente
en las teologías del Antiguo Testamento, el material organizado de acuerdo a
títulos doctrinales.
c. Algunas
teologías bíblicas más recientes toman el material de cada libro (o corpus, lo que
puede incluir más de un libro) a la vez. Esto puede conducir a una falta de integración
de los varios corpus que se hallan en el canon único de la Escritura.
d. Otro enfoque
consiste en tratar con el material de manera temática, y tratar de mostrar
los
vínculos unificadores entre las varias partes del texto (libros o corpus).
Nacho Padró
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