Nuestras iglesias están cada vez más vacías. Disminuyen las vocaciones a la vida
religiosa. La práctica religiosa es cada vez menor en cada vez mayores capas de la
población. Y, como consecuencia de todo este panorama, se apodera de los creyentes
una difusa e incómoda sensación de desánimo. Tal es la percepción que podemos tener
cuando echamos una ojeada a la situación de la Iglesia. Se entiende, claro está, de la
Iglesia del así llamado primer mundo. Porque en los países del así llamado tercer mundo
la vitalidad de las comunidades cristianas es mucho mayor. En una conferencia
pronunciada en un congreso de abades benedictinos, el autor del presente artículo,
biblista de reconocido prestigio, afronta toda esta problemática. Y lo hace originalmente,
relacionándola con la idea bíblica del pequeño número, del resto. Habrá que saber ver
en todo ello la obra de Dios, quien empieza siempre por realidades pequeñas y las hace
crecer. Y habrá que evitar también que el pequeño número no sea consecuencia de la
desidia humana, que puede malograr la obra iniciada por Dios.
Kleiner werdende Konvente und das biblische Prinzip der kleinen Zahl, Die beiden Türme. Niederaltaicher Rundbriefe 37 (2001) 66-81
Kleiner werdende Konvente und das biblische Prinzip der kleinen Zahl, Die beiden Türme. Niederaltaicher Rundbriefe 37 (2001) 66-81
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