Le tensión en la comunidad católica no parece llegar a su fin. Después del revuelo causado por el vídeo publicado por las clarisas de Belorado en el que anunciaban su desvinculación de la Iglesia, El Vaticano se ha visto en la obligación de mediar en el conflicto, nombrando «comisario pontificio» a Mario Iceta, el arzobispo de Burgos.
La Santa Sede le ha otorgado plenos poderes sobre la congregación religiosa de la provincia, lo que hace que el polémico monasterio en el que la docena de monjas se han atrincherado junto a su «líder», el obispo excomulgado Pablo de Rojas, pase a estar bajo su potestad.
Mario Iceta ha participado en la mañana de este miércoles en una rueda de prensa, en la que ha comunicado la expiración del nombramiento de sor Isabel como abadesa del monasterio de Belorado y Derio. Teóricamente, este mismo miércoles estaba previstala elección de una nueva responsable, pero después de que el pasado 13 de mayo dicha abadesa abandonara la iglesia Católica para situarse «bajo la jurisdicción del señor Pablo de Rojas», la Federación se vio en la obligación de solicitar ayuda a la Santa Sede.
La decisión del Vaticano
La Santa Sede ha decidido nombrar al arzobispo de Burgos comisario Pontificio de los tres conventos, por lo que se le han otorgado «todos los derechos y deberes», y se ha designado una comisión gestora para coordinar las acciones en el ámbito canónigo y en el ámbito civil, para lo que se contará con la colaboración de un despacho profesional.
Según ha asegurado el prelado de Burgos, este martes se remitió un burofax anunciando a sor Isabel la finalización de su contrato y el nombramiento del comisario pontificio «con efectos inmediatos».
En espera de la respuesta de De Rojas
Iceta ha asegurado en la rueda de prensa que espera con paciencia la salida de Pablo De Rojas, quien se autoproclama «ilustrísimo y reverendísimo» y ha asumido el rol de director o guía de las monjas rebeldes.
El arzobispo de Burgos ha insistido en que no hay un calendario establecido y habrá que esperar a la respuesta de De Rojas y Ceacero, ya que si no entienden que están en un lugar donde no pueden están habrá que recurrir a la vía judicial.
El origen del conflicto: contexto
Un grupo de monjas clarisas de Belorado y Orduña (Burgos) anunció su decisión de abandonar la Iglesia católica, marcando un precedente en esta orden. Alegaron motivos económicos y una supuesta persecución y abandono por parte de Roma, destacando la negativa del Vaticano a permitir la venta de su convento en Vizcaya.
Pablo de Rojas, un obispo excomulgado y sedevacantista, se convirtió en su nuevo líder. De Rojas, conocido por sus teorías conspiranoicas y su rechazo al Papa actual, influyó en las monjas, quienes pasaron a estar bajo su jurisdicción.
Las monjas comunicaron su decisión a través de un extenso documento y un video viral en Instagram, en el que sor Isabel de la Trinidad negó estar bajo manipulación y prometió compartir su experiencia.
Expertos en sectas advirtieron sobre el comportamiento de De Rojas y su capacidad para influir en comunidades vulnerables. Las monjas se enfrentaron a la excomunión por su ruptura con Roma.
Los hechos desembocaron en una oleada de reacciones y comentarios de todo tipo y tal fue la relevancia del texto publicado por las clarisas, que el propio Vaticano se ha visto obligado a mediar en el conflicto.
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