A medio camino entre la ciencia ficción y la realidad más testaruda, hay un grupo de filósofos, tecnólogos y activistas que están obsesionados con ese momento en que el ser humano transcienda su naturaleza para empezar a ser post-humano. Quizás sean los más conocidos, pero no son los únicos pensadores que creen, como los viejos ciberpunks, que el futuro influye más en el presente que el pasado.
Sobre ellos, pero también sobre inteligencia artificial, computación cuántica, la crisis de la ciencia, los límites del conocimiento, los problemas éticos de los datos que manejan grandes multinacionales y el posible impacto de todas estas ideas en nuestro mundo, hablamos en Insert Coin con uno de los intelectuales más interesantes de la actualidad, Antonio Diéguez.
Pensar el futuro antes de que sea pasado
Antonio Diéguez es catedrático de lógica y filosofía de la ciencia en la Universidad de Málaga y en los últimos años ha estado muy activo en el análisis filosófico de los grandes cambios sociales, culturales y políticos que el conocimiento científicoy la tecnología está provocando en vivo y en directo.
En su último libro 'Transhumanismo. La búsqueda tecnológica del mejoramiento humano" aborda con mucho detalle algunos de los uno de los movimientos filosóficos y culturales que más atención ha atraído en los últimos años. Pero nuestra conversación va mucho más allá.
Dieguez ha trabajado mucho en uno de los problemas centrales de la filosofía contemporánea: la naturaleza de la ciencia, el enorme prestigio social que ha acumulado en las últimas décadas y las oportunidades y problemas que eso genera. En un mundo en el que la 'posmodernidad' se ha convertido en el chivo expiatorio de casi todos los problemas que van surgiendo, Dieguez uno de los realistas científicos más entusiastas del país la reivindica desde una perspectiva muy interesante.
También hablamos del aparente estancamiento de la ciencia contemporánea. Cosas como la crisis de la replicación en psicología y otras ciencias de la salud o los problemas del modelo estándar de la física de partículas nos pueden hacer pensar que, mientras la tecnología goza de una salud envidiable, la ciencia básica empieza a perder el ritmo.
Más tarde nos centramos en el transhumanismo, un movimiento filosófico, tecnológico y social que puede sonar a ciencia ficción, pero que como dice nuestro invitado tiene ideas que merecen ser discutidas. Y es que la búsqueda tecnológica del mejoramiento humano es un desafío social más importante de lo que podríamos pensar. Casos como el de las gemelas chinas editadas con CRISPR dejan claro que, por muy excéntricos que suenen sus argumentos, no son cosa del futuro, sino del presente más inmediato.
Eso nos lleva al mundo de la inteligencia artificial y la computación cuántica, pero también a todas las disciplinas relacionadas con la biología molecular y la genética. "La biología es al siglo XXI, lo que la física fue al XX", nos dice Dieguez justo antes de guiarnos por una interesantísima serie de debates que ya tenemos encima de la mesa.
Acabamos hablando de la importancia de discutir todos estos temas. En 1970, cuando Peter Singer publicó "Liberación Animal" nadie se imaginaba que el movimiento vegano iba a alcanzar el peso que tiene hoy en día en el debate público. Es razonable pensar que estamos en un momento homólogo y, en menos de 30 años, las locas ideas de los transhumanistas estarán en todas las tertulias de televisión.
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