Hace cuatro años, un grupo de arqueólogos se encontraba con algo completamente inesperado: un lugar perdido en mitad de la jungla lleno de vida. Buscaban los restos de un pueblo perdido, del que se creía que debía de existir los restos del asentamiento que un día fue uno de las ciudades más prósperas de Honduras. Pero lo que hallaron fue mucho más allá de lo que podían imaginar: un lugar lleno de especiesnunca antes vistas.
Fue en mitad de la hondureña selva La Mosquitia en la que los expertos se llevaron una grata sorpresa: se encontraron con un ecosistema único, lleno de vida, en el que no solo encontraron los restos de la 'Ciudad del Dios Mono', sino que estaba repleto de animales completamente desconocidos y de otros que se creía extintos desde hacía siglos. Ahora, cuatro años después del descubrimiento, los expertos han comunicado sus hallazgos.
Las ruinas arqueológicas descubiertas en 2015 hicieron correr muchos ríos de tinta. No en vano, se acababan de descubrir los restos de una civilización perdida, donde aparecieron los restos de toda una ciudad, entre los que se podían ver desde numerosas plazas a una pirámide. Incluso se llegaron a descubrir hasta 52 artefactos en la superficie, entre los que destaca la efigie de un 'hombre-jaguar'. Pero había un secreto mucho más importante en sus entrañas.
La organización Conservación Internacional y el gobierno de Honduras han trabajado de manera conjunta para desentrañar los misterios de una de las zonas más inexploradas del planeta, donde han encontradohasta 30 especies de mamíferos, incluyendo grandes cazadores como jaguares, pumas, tigrillos y ocelotes; 183 especies de plantas; 246 especies de mariposas; 22 especies de anfibios; y 35 de reptiles, además de algunas que se creían perdidas.
Sin duda, uno de los grandes descubrimientos ha sido la aparición del escarabajo tigre, una especie que se creía completamente desaparecida y que sigue viva en una de las zonas más remotas del planeta. O el descubrimiento de un animal completamente desconocido hasta el momento, una subespecie de pez molly que nunca antes había sido visto. Pero no son los únicos descubrimientos que merece la pena reseñar, pues también se han catalogado especies que se creían extintas en Honduras.
Este es el caso de animales como el murciélago de cara pálida, la falsa serpiente coral de árbol o el pecarí de labio blanco, tres especies que llevaban sin verse en el país sudamericano desde hace más de medio siglo. Y han conseguido ir incluso un paso más allá, al encontrar hasta 22 especies diferentes de aves de las que tampoco se tenía conocimiento de que existieran en Honduras, en especial, la gran guacamaya verde, que se encuentra en peligro de extinción.
"En general, nuestros hallazgos demuestran que el área tiene una importancia ambiental y arqueológica global. Armados con este conocimiento, las partes interesadas ahora pueden comenzar a diseñar e implementar estrategias de conservación para proteger este ecosistema", aseguró Trond Larsen, el encargado del Programa de Evaluación Rápida de Conservación Internacional. Un lugar único que destaca más allá de las increíbles ruinas de la 'Ciudad del Dios Mono'.
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