Las ruinas podrían formar parte de la legendaria ciudad de El Dorado según crónicas de conquistadores españoles.
Hace años que Javier Paso, Benancio Encalada, Belisario Álvarez y Justo Puma emprendieron la búsqueda del Paititi, mejor conocida como El Dorado, la legendaria ciudad perdida del imperio Inca en medio de la espesa y desconocida jungla del Cusco en el sureste peruano. Hoy anunciaron que lograron sacar a la luz nuevos restos arqueológicos que podrían estar vinculados a la ciudad.
El grupo de exploradores, que partieron de Qorimayo para recorrer la región de San Martín en el distrito de Yanatile a la provincia cusqueña de Calca, hicieron el hallazgo en una región tan remota y recóndita que ninguna autoridad peruana tiene jurisdicción sobre ella.
Expedición de comuneros en la Amazonia peruana (Foto: Diario Correo)
Entre los muros cubiertos de maleza y construcciones con diseños típicos del imperio Inca, fundado en el siglo XIII, los exploradores creen haber encontrado la joya de esta antigua civilización sudamericana y especulan que las construcciones podrían ser la entrada al Paititi o El Dorado, como se le conoce en las leyendas europeas aunque aseguraron que es muy complicado determinar si se trata del mismísimo Dorado.
«Da miedo adentrarse en la selva cusqueña, no es fácil la exploración por las condiciones de lluvia, oscuridad, subir y bajar montañas no cualquiera podría encarar una travesía así», dijo Javier Paso al medio peruano, El Diario.
La leyenda de El Dorado
También conocida regionalmente como el Paititi, se trata de una ciudad que fue mencionada en las crónicas de los incas en la época prehispánica. Tras su desaparición, la ciudad fue buscada durante 400 años tanto por expedicionarios europeos como por actuales exploradores y arqueólogos.
Indicios de un muro de la antigua ciudad de Paititi. (Foto: Diario Correo)
La leyenda de El Dorado se originó durante la época de la Conquista cuando los escritos del gobernador interino del Virreinato en Perú, Cristobal Vaca de Castro junto con los conquistadores Pedro Sarmiento de Gamboa y Juan Álvarez Maldonado hablaban de los testimonios de incas peruanos de una ciudad sagrada cubierta y construida de oro, por lo que iniciaron la búsqueda de la ciudad cubierta y escondida en la profundidad de la jungla amazónica peruana.
Mapas de los conquistadores del sur peruano. (Foto: Diario Correo)
A partir de las crónicas de los conquistadores, la búsqueda por distintos expedicionarios españoles de la Colonia, y exploradores europeos de siglos posteriores, despertaron en los arqueólogos modernos la curiosidad por hallar evidencia científica y arqueológica de su existencia que no tuvo éxito hasta el día de hoy.
Es claro que las construcciones halladas por los comuneros peruanos no significa que sea la ciudad perdida, ni que esté hecha de oro pero coincide con las coordenadas documentadas por Vaca de Castro y los testimonios incas.
Expedición coordinada por el Estado
La expedición de los comuneros peruanos estuvo acompañada y apoyada por el Servicio Nacional de Áreas Naturales y Protegidas del Perú quienes ayudaron con el diseño de muestras cartográficas para saber las coordenadas y ubicación exactas del lugar para registrarlos en los archivos de catastro arqueológico del Cusco.
En relación a esto, el Ministerio de Cultura peruano declaró que en caso de descubrir restos mayores, el patrimonio quedará verificado en restos arqueológicos de la nación, mientras que el catastro se encargará del mantenimiento, preservación y estudio de los indicios.
Fernando Castillo
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