El Islam, la religión de los musulmanes fundada por Mahoma en el siglo VII, tiene dos ramas principales: los sunitas u ortodoxos -sunna, tradición-, seguidores de los primeros califas sucesores de Mahoma, y los chiítas, seguidores del yerno de Mahoma, Alí. Sus diferencias son doctrinales y políticas. Los sunitas representan el 90% del mundo musulmán, con 1.200 millones de fieles.
Los chiítas, sin embargo, son sólo unos 100 millones. Estos últimos, que derivaron en el fundamentalismo, en especial tras la revolución en Irán de Jomeini en 1979, tienen un ayatolá, líder espiritual con poderes ejecutivos en el Estado. Esta figura no existe entre los sunitas, para quienes la religión no ostenta el poder temporal en la sociedad civil.
Muy Interesante
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