En una ceremonia celebrada en la sede de su ministerio, el ministro egipcio de Antigüedades Khaled El-Enany anunció un descubrimiento sorprendente. Escondido entre los miles de libros del monasterio deSanta Catalina (o de la Transfiguración), los monjes encontraron un raro ejemplar.
Santa Catalina, ubicada en la boca de un cañón de difícil acceso a pies del monte Sinaí, en Egipto, está construido donde la tradición bíblica supone que el profeta Moisés vio una zarza ardiendo sin consumirse (Éxodo 3) desde donde Dios le habló y le pidió que regresara a Egipto para liberar a los judíos de la esclavitud.
El monasterio de Santa Catalina está ubicado en la boca de un cañón de difícil acceso a pies del monte Sinaí
La biblioteca del monasterio, que está siendo restaurada y digitalizada, cuenta con la segunda colección de códices y manuscritos más extensa del mundo, solo superada por la Biblioteca Vaticana. Son más de 6.000 textos griegos, romanos, coptos, árabes, hebreos, armenios, sirios o etíopes, así como iconos raros, objetos litúrgicos, decretos y reglamentos emitidos por los califas de la primera época del Islam.
Entre tanto material, es normal que algo pueda escaparse. Y lo que se mantuvo oculto durante siglos fue un palimpsesto (manuscrito reutilizada que conserva huellas de otra escritura anterior) del siglo VI d.C. con explicaciones sobre medicina.
Los palimpsestos fueron muy habituales, especialmente a partir del siglo VII, por la escasez de papiro. Este escrito, sin embargo, utilizó un soporte de cuero (que también era muy caro) y, en él, un escriba anónimo recogió cuatro recetas médicas, una de las cuales se atribuye a Hipócrates. Al investigador griego (460-370 a.C.) se le considera el padre de la medicina por aportaciones como el juramento hipocrático.
Uno de los textos incluso contiene dibujos de hierbas medicinales. No obstante, la receta de Hipócrates parece incompleta y los investigadores trabajan en su reconstrucción. El análisis del documento ha revelado que uno de los texto que se borró es el conocido “Códice sinaítico”, una versión griega de la Biblia que tuvo mucho éxito en la Edad Media.
La receta de Hipócrates parece incompleta y los investigadores trabajan en su reconstrucción
A mediados del siglo XIX, el teólogo y filósofo alemán Konstantin von Tischendorf visitó precisamente Santa Catalina y descubrió varios fragmentos de este códice perteneciente al Antiguo Testamento. Tischendorf había sido enviado por el zar Alejandro II de Rusia para descubrir nuevos manuscritos.
La mayoría de los textos del monasterio tratan temas históricos, geográficos y filosóficos. Santa Catalina fue construida entre los años 527 y 565 por orden del emperador bizantino Justiniano I, en el mismo lugar donde la madre de Constantino I el Grande había mandado edificar la capilla de la Zarza Ardiente. El espacio, sagrado para las tres grandes religiones monoteístas (cristianismo, islam y judaísmo), ha estado en uso ininterrumpidamente.
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