En Göbekli Tepe, el más antiguo sitio monumental neolítico, cerca de la frontera turca con Siria, se han encontrado cráneos con indicios de incisiones, perforaciones y pinturas. Quizá estuviesen ligados al culto a los antepasados o a la exhibición de cráneos de enemigos.
Science Advance
En Göbekli Tepe, lugar de transición al Neolítico donde se ha descubierto la arquitectura megalítica ritual más antigua que se haya hallado por ahora, con unos característicos pilares en forma de T, se ha identificado una forma de culto a los cráneos distinta a las hasta ahora conocidas [Instituto Arqueológico Alemán, DAI].
En Göbekli Tepe, sitio arqueológico de la Turquía sudoriental famoso porque en 1995 se descubrió allí el primer complejo monumental megalítico, datado entre el 9600 y el 8000 antes de Cristo, se han encontrado las pruebas de la existencia de un «culto a los cráneos» en los inicios del Neolítico. El análisis de tres cráneos en que se basa esta conclusión ha sido realizado por investigadores del Instituto Arquelógico Alemán, en Berlín; lo exponen en un artículo publicado en Science Advances.
Los estudios antropológicos registran numerosos casos de culto a los cráneos, a los que se puede venerar por distintas razones, del culto a los antepasados a la creencia en la transmisión de capacidades particulares del difunto a quien aún vive. Puede adoptar formas diversas, del depósito de los cráneos en lugares especiales a su decoración con diversos colores y incluso a a la reconstrucción de los rasgos del rostro con mortero.
No está claro si Göbekli Tepe fue un complejo de templos, como sostiene la mayoría de los arqueólogos, o un establecimiento también habitado, como mantienen otros, pero las excavaciones efectuadas en Göbekli Tepe hasta ahora no han sacado a luz tumba alguna.
No obstante, se ha hallado un número considerable de huesos humanos, gran parte de los cuales (408 sobre 691) son fragmentos de huesos de cráneo. Tanto la fragmentación de los cráneos como las marcas y rasguños presentes en ellos se habían atribuido hasta ahora a procesos de degradación naturales, tanto más cuanto el sitio entero estaba recubierto de tierra y piedras hasta formar una verdadera colina artificial.
Vista aérea de Göbekli Tepe [Instituto Arqueológico Alemán, DAI].
Gracias a un análisis más detallado de tres cráneos parcialmente conservados, Julia Greski y sus colaboradores han identificado ahora en ellos profundas incisiones realizadas con utensilios líticos, con lo que han demostrado su origen intencionado. Han excluido que las incisiones fueran una consecuencia secundaria de que se arrancase el cuello cabelludo. Uno de los cráneos, además, muestra una perforación en el hueso parietal izquierdo, que parece indicar que el cráneo estaba suspendido, y residuos de ocre rojo.
Pilar de un edificio de Göbekli Tepe [Instituto Arqueológico Alemán, DAI].
Según los autores, es probable que los cráneos fuesen manipulados y exhibidos para venerar a los antepasados o para mostrar los restos de enemigos muertos.
Le Scienze
Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con permiso de Le Scienze.
Referencia: «Modified human crania from Göbekli Tepe provide evidence for a new form of Neolithic skull cult». Julia Gresky et al. en Science Advances, vol. 3, núm. 6, e1700564, DOI: 10.1126/sciadv/1700564, 28 de junio de 2017.
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