El Procurador del Común (Defensor del Pueblo de Castilla y León) ha dado un 'tirón de orejas' a un colegio público de León, el colegio Antonio Valbuena, por permitir que todos los alumnos de la asignatura de Valores perdieran hasta tres horas de contenidos educativos (las de Science, Inglés y Matemáticas) por el mero hecho de que sus compañeros matriculados en la asignatura de Religión se fueron esas tres horas ver una película dentro de la Semana de Cine Espiritual organizado por el Obispado de León en el Colegio Maristas San José.
Ocurrió en el caso de los alumnos del quinto curso del colegio de Infantil y Primaria Antonio Valbuena de León. Y es que esta actividad cinéfila católica se programó un día en el que no había clase de Religión y, por supuesto, durante mucho más tiempo que la hora semanal que le corresponde a esta asignatura.
Como consecuencia de ello, los alumnos vieron alteradas o directamente suprimidas las clases de Inglés, Matemáticas y Ciencias Naturales bilingüe en inglés. En el caso de la clase de Inglés, los alumnos de Valores estuvieron haciendo dibujos; la de Science directamente se suprimió, de manera que los niños y niñas fueron trasladados al pabellón de deportes para que practicaran 'juego libre'; y en la hora de Matemáticas fueron trasladados a otra clase de Quinto de esa asignatura, pero sin dar materia.
Los padres de uno de los alumnos denunciaron los hechos en la Dirección del Colegio y en la Delegación Provincial de Educación de León. Y además, pusieron en conocimiento del Procurador del Común, el cual ha emitido una curiosa resolución a la que ha tenido acceso este medio.
En su escrito, el Procurador del Común, Javier Amoedo, pone en duda que se haya dado debido cumplimiento al Reglamento de Régimen Interior del Centro, el cual establece en artículo 6.5 que en aquellas actividades complementarias que exigen ausencia de profesorado "los docentes deben dejar programadas las actividades a desarrollar por los alumnos durante su ausencia, y la sustitución de los docentes ausentes según unos criterios establecidos".
En la parte final, resolutiva, Amoedo pide al Consejo Escolar del Colegio Público Antonio Valbuena que "promueva en el marco de la evaluación interna del Centro la oportuna evaluación del desarrollo de las actividades escolares complementarias, en orden a mejorar la organización de las mismas, para que tengan la menor incidencia posible en la programación de las actividades lectivas de los alumnos que no participen en dichas actividades complementarias".
El padre que realizó la denuncia ha manifestado que la programación de actividades para los alumnos de Religión fuera de la hora que tiene asignada esa materia, no puede de ninguna manera afectar o perjudicar a los alumnos de Valores. Según él, "la misma libertad alegada para impartir la asignatura de Religión debe garantizar los derechos de todos los alumnos y no puede suponer discriminación alguna, como ha ocurrido en este caso, porque dejar a los alumnos de Valores en el Pabellón de Deportes mientras esperan a que vuelvan los de Religión es un mal funcionamiento de la Administración Educativa".
A su juicio, esta "vulneración del derecho a la educación" supone que los alumnos de Valores soportan contínuas y frecuentes disfunciones de este tipo, "en la mayoría de los centros educativos", situación que "generan las actividades complementarias de la asignatura de Religión".
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