Un algoritmo de inteligencia artificial desarrollado en la Universidad de Bradford en el Reino Unido podría haber resuelto el misterio que rodea una obra maestra de Rafael que cuelga en el Museo del Prado de Madrid. La Madonna della Rosa (la Virgen de la rosa) lleva siglos intrigando a expertos y entendidos en arte.
El cuadro representa a María, José y el Niño Jesús, con el niño Juan Bautista. La obra se atribuía a Rafael en su integridad hasta que en el siglo XIX surgieron dudas sobre su autoría. Más tarde, los historiadores de arte argumentaron que probablemente diferentes miembros de su taller podrían haber pintado partes de la composición. Algunos señalaron que la inclusión de la figura de José parecía una idea de última hora y que no podía ser obra de Rafael. Otros pensaban que la parte inferior, con la rosa, había sido pintada por otro artista.
En España, el cuadro siempre se ha atribuido a Rafael. De hecho, el Museo del Prado señala en la descripción de la obra en su página web que “no hay duda sobre su atribución a Rafael, aunque la tradicional interpretación de las obras romanas del pintor como puzzles en los que diferentes miembros del taller intervendrían en una u otra parte, ha hecho que algunos especialistas consideren la participación de la bottegaen la ejecución de partes anecdóticas de los personajes. Los recientes estudios sobre la producción tardía de Rafael han demostrado que los métodos de colaboración eran más sofisticados, siempre controlados por el maestro y se limitaron a obras de gran tamaño”.
Ahora la obra ha sido analizada por un algoritmo de inteligencia artificial, desarrollado por Hassan Ugail, profesor de informática visual de la Universidad de Bradford del Reino Unido. El sistema utiliza una red neuronal profunda (DNN) para pasar datos a través de múltiples filtros. Su conclusión es que la mayor parte del cuadro es de Rafael, pero el rostro de José es de otro artista. La parte inferior es “muy probablemente” de Rafael. Ugail ha explicado que el algoritmo se desarrolló tras observar con extraordinario detalle 49 obras que nadie discute que pintó Rafael en su integridad y que, como resultado, puede reconocer obras auténticas del artista con una precisión del 98%.
“El programa observa un cuadro con gran detalle”, explica Ugail. “No sólo el rostro, sino todas sus partes, y aprende sobre la paleta de colores, los matices, los valores tonales y las pinceladas. Entiende el cuadro de forma casi microscópica, está aprendiendo todas las características clave de la mano de Rafael”.
En el caso de la Madonna della rosa, las pruebas iniciales mostraron que era de Rafael en un 60%. A continuación, el ordenador examinó el cuadro por secciones y concluyó que el rostro de José no era de Rafael. El hallazgo forma parte de un nuevo trabajo publicado hace unos días en la revista Heritage Science.
Una herramienta de investigación
Howell Edwards, profesor emérito de espectroscopia molecular en la Universidad de Bradford y coautor del trabajo, ha señalado que “el análisis del programa de inteligencia artificial ha demostrado de forma concluyente que, mientras que las tres figuras de la Virgen, [Jesús] y San Juan Bautista son inequívocamente de Rafael, la de San José no lo es, y ha sido pintada por otra persona”.
Los investigadores también analizaron otro cuadro discutido, conocido como la Madonna de Haddo, que cuelga en Haddo House, Aberdeenshire. Fue adquirido como un auténtico Rafael en el siglo XIX por George Gordon, cuarto conde de Aberdeen, que fue primer ministro del Reino Unido entre 1852 y 1855. Posteriormente se atribuyó a un artista menor, Innocenzo da Imola.
En 2016, el historiador del arte Bendor Grosvenor afirmó en el programa de la BBC Britain's Lost Masterpieces (las obras maestras perdidas del Reino Unido) que se trataba de una obra de Rafael. Expertos de la National Gallery dijeron más tarde que era poco probable. La inteligencia artificial ha tomado partido por Grosvenor, concluyendo que lo más probable es que se trate de una obra de Rafael.
Anteriormente, Ugail había utilizado el reconocimiento facial asistido por ordenador en un cuadro conocido como el Tondo de Brécy, cuya Madonna se parece a la Madonna Sixtina de Rafael, una pintura que Rafael realizó durante la segunda década del XVI por encargo del papa Julio II para la iglesia de San Sisto, en Piacenza. La Inteligencia Artificial determinó que se trataba de una obra de Rafael ya que el parecido entre la Madonna del Tondo y la Madonna Sixtina es del 97%.
Ugail no tiene ningún reparo en admitir que no sabe “nada de arte” y que lo suyo es la informática, y es consciente de que los historiadores del arte podrían recibir su trabajo con frialdad. “Creo que hay miedo y también piensan que somos unos ignorantes, que no sabemos lo que hacemos”, afirma. Sin embargo, cree que los historiadores del arte acabarán aceptando la utilidad de este tipo de algoritmos y verán la IA como una forma más de autentificar las grandes obras de arte. Subraya que no cree que la IA vaya a sustituir a los humanos: “El proceso de autentificación de una obra de arte implica examinar muchos aspectos, como su procedencia, los pigmentos o el estado de la obra. Este tipo de software puede utilizarse como una herramienta de ayuda en el proceso”.
Traducción de Emma Reverter.
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