Estas placas están grabadas con diseños muy diversos, pero todas comparten algunas características como dos círculos grabados que representan los ojos y una serie de lineas en la parte inferior del cuerpo que podrían simbolizar su plumaje.
Ídolo oculado tallado en alabastro conocido como Ídolo de Extremadura (procedencia desconocida).
Foto: Museo Arqueológico nacional, Madrid
¿CREACIONES INFANTILES? Ahora, el equipo liderado por Juan José Negro, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC ) en la Estación Biológica de Doñana (EBD), ofrece en este estudio una nueva perspectiva acerca del origen y el uso de estos objetos y de cómo los niños de la Europa prehistórica utilizaban distintos elementos para jugar. "Los búhos son un grupo de especies de aves muy diferentes a todas las demás y son fácilmente reconocibles. Tienen una silueta compacta, con cabezas enormes y ojos situados en posición frontal, como los humanos. Por esa peculiar anatomía se han representado siempre desde los primeros grabados en cavernas hace 30.000 años hasta ahora de la misma manera: o bien directamente mostrando su parte frontal, o con la cabeza girada y mirando al observador", ha explicado Juan José Negro.
'Los búhos son un grupo de especies de aves muy diferentes a todas las demás y fácilmente reconocibles', afirma Negro.
Placas del período Calcolítico: (a) Cerro de las Cabezas, (b) Curral da Antinha, Arraiolos, Évora, Portugal, (c) Farisoa, São Marcos do Campo, Reguengos de Monsaraz, Évora, Portugal, d) Marquesa, Marvão, Portalegre, Portugal.
Foto: Juan Negro et al.
Durante más de un siglo, los estudiosos han especulado sobre el origen de estas placas y hasta ahora se pensaba que podían tener un significado ritual y ser una representación de deidades o de personas fallecidas. Con esta investigación, Negro y sus colaboradores han reexaminado esta interpretación tradicional y han sugerido, en cambio, que las figuras podrían haber sido creadas posiblemente como juguetes o amuletos por niños , tomando como modelos algunas especies de búho presentes en la zona.
Placas del período Calcolítico (e) Grande do Olival da Pega, Évora, Portugal, (f) Grande do Olival da Pega, Évora, Portugal, (g) Alter do Chão, Alentejo, Portugal, (h) Huerta de Dios, Badajoz, España.
Foto: Juan Negro et al.
El equipo ha analizado alrededor de cien figuras y las ha clasificado en función de cuántas características de estas aves aparecían reflejadas en ellas (los dos ojos, los penachos emplumados de la cabeza, el plumaje, el pico y las alas). Posteriormente, compararon estas figuras con 100 dibujos realizados por niños y niñas actuales de entre 4 y 13 años, y observaron muchas similitudes. De hecho, cuanto más mayores eran los niños, y en consecuencia más hábiles con el lápiz, los dibujos parecían más realistas.
UNA FORMA DE APRENDER "Los niños, de algún modo, han percibido que la esencia de un búho es esa cabezota con dos grandes ojos que te miran. Los pintan así desde que son capaces de sostener un lápiz. En la Prehistoria probablemente los representaron así desde que aprendían a grabar una piedra usando otra piedra ", ha explicado Guillermo Blanco, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC ) y otro de los autores del estudio.
'Los niños pintan así a los búhos desde que son capaces de sostener un lápiz', dice Blanco.
a) Placa de pizarra grabada encontrada en el Cerro de la Cabeza, Valencina de la Concepción, Sevilla, España, (b) mochuelo salvaje ( Athene noctua ) en una zona agrícola de Valencina de la Concepción.
Foto: Juan Negro et al.
El equipo también ha observado dos agujeros en la parte superior de muchas de las figuras, en realidad muy poco prácticos para pasar por ellos un cordel y colgarlas de la pared a modo de objeto ritual. Los investigadores sugieren que estos agujeros podrían haber servido para insertar algunas plumas que representasen los penachos emplumados que adornan la cabeza de algunas especies de búhos presentes en la zona, como el búho chico o Asio otus.
"Estas placas de pizarra , tan características de la Edad del Cobre en Iberia, pudieron ser parte del proceso de aprendizaje del manejo de objetos de piedra", ha afirmado Víctor Díaz, investigador de la Universidad Complutense de Madrid (UCM ) y también autor del estudio.
¿OFRENDAS FUNERARIAS? El hecho de haber descubierto las placas en un contexto funerario podría asimismo indicar que estas piezas pudieron ser empleadas como tributo a los difuntos; es decir, que los jóvenes podrían haber rendido algún tipo homenaje a sus mayores dejándoles objetos que habían fabricado con sus manos. "Ambas cuestiones, objeto de aprendizaje y elemento ritual no son excluyentes", aclara el investigador.
Estas piezas también pudieron utilizarse como tributo a los difuntos, según los investigadores.
(c) Placa de pizarra de Mértola, Alentejo, Portugal, (d) búho chico (Asio otus ) con mechones de orejas erguidos en Valencina de la Concepción.
Foto: Juan Negro et al.
"En el estudio de la Prehistoria no se ha prestado mucha atención al papel cultural de niños y jóvenes. Teniendo en cuenta que debieron de ser el grupo más importante demográficamente, puesto que poca gente llegaba a edades avanzadas, sería importante dedicarle más esfuerzo de análisis. La colaboración entre la biología evolutiva y la historia del arte en este estudio demuestra que se consiguen resultados exitosos cuando se aporta conocimiento y perspectiva desde disciplinas consideradas tradicionalmente como muy alejadas", concluye el director de la investigación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario