miércoles, 23 de marzo de 2022

PROMETÍ

 Prometí no llevar la carga de los rencores, porque hunden el corazón y quitan la sonrisa.


Prometí dejar atrás a las personas que tiñen de gris mi mirar, porque aprendí a entender que son callejones sin salida.


Prometí llorar cuando lo necesite pero sólo para no sentirme tan pesada/o, porque las lágrimas que no se liberan, pudren mi paz.


Prometí no soltarle la mano a mi niña/o interior, porque a su lado sé que no voy a perder la inocencia.


Prometí no silenciar mi arte, porque las veces que lo hice, me costó respirar.


Prometí alejarme a tiempo de los sitios en los que me ahoga estar, porque me respeto.


Prometí disfrutar más, porque al fin y al cabo, la vida es sólo un suspiro.


Prometí mirarme más a los ojos frente al espejo, contemplarme y amarme, porque soy mi propio hogar y lo llevo conmigo a donde quiera que vaya.


Prometí no dejar de escribir, transformar la palabra en medicina cuando me enfermo de vanidad, porque soy humana/o.


Prometí todo esto y mucho más, porque lo merezco…


 María del Carmen Fenollosa Romero,

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