Las Líneas de Nazca, dibujos mastodónticos solo visibles desde las alturas, son uno de los grandes enigmas arqueológicos de la Tierra. Te contamos qué son, cuáles es su historia, cómo se construyeron y las diferentes teorías que explican su significado.
En Perú, entre las poblaciones de Nazca y Palpa, se encuentran las Líneas de Nazca, uno de los misterios arqueológicos más enigmáticos de nuestro planeta. Lo que en el suelo parece un laberinto de caminos trazados sobre la tierra, a vista de pájaro compone gigantescas figuras que representan formas geométricas, de animales, plantas y humanos.
Debido a que la obra solo se puede contemplar desde las alturas (bien desde las colinas circundantes o bien desde el aire), el objetivo y significado de las Líneas de Nazca ha dado lugar a teorías de lo más diversas, desde que solo se trata de caminos rituales hasta que las figuras están relacionadas con las visitas de extraterrestres a la Tierra.
Si te gustaría salir de dudas, te contamos qué son las Líneas de Nazca, cuál es su historia, su significado y sus leyendas.
Qué son las Líneas de Nazca
Las Líneas de Nazca son una serie de caminos trazados en la superficie terrestre que ocupan una basta extensión ubicada en el desierto de Nazca, localizado en el departamento de Ica en Perú.
Se trata de unos 300 geoglifos (dibujos trazados en la tierra) con forma de figuras geométricas, antropomorfas, zoomorfas y fitomorfas, con unas longitudes de entre 50 y 300 metros, que se extienden sobre una superficie de 450 metros cuadrados. El ancho de las líneas oscila entre los 40 y los 210 centímetros, y su profundidad nunca excede de los 30 centímetros.
Fueron trazadas mediante la retirada de los materiales de la superficie terrestre, guijarros de un color rojizo causado por la oxidación, quedando a la vista una tierra más pálida, que es la que dibuja las formas que se pueden apreciar desde las alturas. La obra se ha conservado prácticamente intacta a lo largo de los siglos gracias a que en la zona apenas llueve, lo que ha favorecido su preservación.
Dada la precisión de las formas teniendo en cuenta sus enormes proporciones, se cree que los autores pudieron utilizar cuadrículas realizadas con cuerdas y estacas para trasladar los dibujos a escala. Teniendo en cuenta que a ras de suelo no se puede percibir si las figuras están correctamente trazadas o no, se piensa que la construcción tuvo que estar dirigida desde un lugar elevado.
Entre los geoglifos más llamativos y populares se encuentran los siguientes:
- El colibrí, cuya imagen puedes ver en la portada de este reportaje. Destaca por sus dimensiones armónicas. Entre sus dos alas hay una distancia de unos 66 metros. Según la historiadora María Rostworowski, esta figura es un homenaje a un dios volador para evitar la ausencia de lluvias.
- El mono tiene una cola en forma de espiral y nueve dedos, y su tamaño es de 135 metros. Fue descubierto por María Reiche, quien considera que la cola y las manos del geoglifo tienen relación directa con las constelaciones y la temporada de lluvias. Se cree que representa la Osa Mayor.
- La araña es otra de las figuras más características de Nazca. Mide unos 46 metros de largo y se cree que se trazó para evitar las sequías.
- El pájaro gigante mide 300 metros de largo y 54 de ancho. Tiene el cuello con forma de culebra y su pico apunta directamente hacia el punto en el que sale el sol en el mes de junio. Los investigadores consideran que es el "Anunciador del Inti Raymi", la fiesta solar de los incas.
- El hombre - búho, popularmente conocido como el astronauta, es una extraña figura antropomorfa que se ha convertido en una de las más conocidas de las Líneas de Nazca. Las teorías pseudoarqueológicas defienden que se trata de una figura con escafandra o casco y se apoyan en ella para explicar que los geoglifos fueron trazados como mensajes para los extraterrestres.
- La ballena tiene un tamaño de unos 60 metros de ancho y 20 de alto. Los investigadores creen que simboliza una deidad marina.
Historia de las Líneas de Nazca
El antropólogo estadounidense Paul Kosok fue uno de los primeros investigadores en formular una hipótesis acerca del origen de las Líneas de Nazca. De acuerdo con su teoría, fueron trazadas por la civilización Nazca, una cultura arqueológica del Antiguo Perú, que se desarrolló en los valles del actual departamento de Ica entre el año 300 a.C y el 600 d.C. Además, la hipótesis se ve reforzada por la coincidencia de los dibujos de los caminos con los que aparecen en la cerámica de la cultura nazca.
Los primeros testimonios de la existencia de las Líneas de Nazca datan del año 1547. El historiador y cronista español Pedro Cieza de León explicó que había visto "señales en algunas partes del desierto de Nazca". No obstante, estas afirmaciones no fueron investigadas en la época y fueron olvidadas.
Aunque las formas se pueden observar desde las colinas cercanas, fueron los pilotos peruanos los que advirtieron de su presencia. En 1929 empezó a estudiarlas el arqueólogo peruano Julio César Tello, y el mismo año inició su investigación Paul Kosok. El antropólogo norteamericano estuvo estudiando las líneas hasta los años 50, y fue el encargado de averiguar que datan del año 550 d.C mediante la técnica del Carbono-14.
Su compañera, la alemana María Reiche Neumann, fue la mayor investigadora de las misteriosas formas y dedicó su vida a su estudio, conservación y difusión. Gracias a su labor, las Líneas de Nazca fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1994.
La Fundación Suiza Liechtenstein para las Investigaciones Arqueológicas en el Exterior fue la institución que llevó a cabo el primer estudio de campo sistemático. La investigación, dirigida por los arqueólogos Markus Reindel y Johny Isla Cuadrado desde 1996, ha excavado y documentado más de 650 yacimientos para analizar los dibujos y esclarecer su significado.
En el año 2015, un equipo de investigadores de la Universidad de Yamagata (Japón) presentó los resultados de su estudio, que demostraba su origen y también su posible función. Según su teoría, los geoglifos adornaban el camino de peregrinación a la ciudad preinca de Cahuachi, capital de la cultura nazca.
Recientemente, el pasado mes de abril de 2018 los arqueólogos peruanos anunciaron el hallazgo de 50 nuevos geoglifos, descubiertos gracias a la ayuda de drones y datos satelitales. De acuerdo con las impresiones de estos arqueólogos, entre los que se encuentra Luis Jaime Castillo Butters, algunas de las nuevas líneas descubiertas, que no cuentan con un patrón discernible, fueron trazadas por las culturas Paracas y Topará entre el 500 a.C y el 200 d.C, por lo que siglos antes los habitantes de la región ya estaban experimentando con el trazado de figuras en el suelo de enormes dimensiones.
Significado de las Líneas de Nazca
El objetivo y significado de las Líneas de Nazca es uno de los grandes enigmas a los que se han enfrentado quienes las han investigado. Y es que, ¿por qué los nazca querrían trazar figuras en la tierra que solo se pueden ver desde las alturas? Algunos las consideran simples caminos de culto, otros creen que son un gigantesco calendario, otros que se trata de algún tipo de ritual para invocar las lluvias... A continuación resumimos las principales teorías.
El arqueólogo peruano Julio César Tello, el primero en estudiarlas, las describió como una serie de "carreteras sagradas". Posteriormente, en 1932, Toribio Mejía Xesspe señaló que las líneas formaban parte de un culto desaparecido y que no eran más que caminos con un sentido religioso.
La interpretación de Paul Kosok fue diferente. El antropólogo estadounidense las definió como un gran libro astronómico, "el calendario de mayor escala del mundo". En la misma línea, las conclusiones de María Reiche Neumann señalan que las formas son un gigantesco calendario solar y lunar que los astrónomos peruanos utilizaban para hacer pronósticos sobre la cosecha y las lluvias. La investigadora pensaba que el propósito de los nazca era apuntar al sol y a otros cuerpos celestes con sus figuras, y también guardan relación con el solsticio y el equinoccio para establecer el calendario solar.
El periodista y escritor suizo Henri Stierlin publicó en 1983 un libro titulado "Nazca. La solución de un enigma arqueológico", que ofrecía una nueva teoría acerca del significado de los dibujos del desierto peruano. Según el autor, las rectas funcionaban como telares (en Nazca se han encontrado telas con un tamaño superior a los 20 metros) y las figuras tenían un carácter protector.
El arqueólogo alemán Markus Reindel y el peruano Johny Isla expusieron otra teoría. De acuerdo con ellos, los geoglifos fueron trazados como parte de un ritual de invocación de las lluvias, ya que la zona carecía de recursos hídricos suficientes y era castigada con largas temporadas de sequía.
En el año 2015, los investigadores de la Universidad de Yamagata en Japón presentaron los resultados de su estudio en la convención anual de la Sociedad Americana de Arqueología, señalando que habían resuelto el misterio de las líneas de Nazca. Después de analizar las distintas imágenes, el equipo determinó que existen cuatro tipos diferentes de geoglifos que se agrupan en diferentes rutas, todas con destino a la ciudad preinca Cahuachi, capital de la cultura nazca y centro de peregrinación.
De acuerdo con los investigadores japoneses, las Líneas de Nazca fueron trazadas por al menos dos culturas, ya que se distinguen claramente dos tipos de técnicas y simbolismos diferentes. Además, explican que la finalidad de los geoglifos fue cambiando con el tiempo. Si bien al principio se construyeron por motivos de culto, más tarde se ubicaron en el camino de Cahuachi para que los peregrinos las pudieran admirar.
Tras el reciente descubrimiento de nuevas líneas con drones la pasada primavera, parece claro que la creación de figuras mastodónticas es anterior a la cultura nazca. "Esto significa que es una tradición de más de mil años que precede a los famosos geoglifos de la cultura nazca, lo que abre la puerta a nuevas hipótesis sobre su función y significado", afirma Johny Isla, arqueólogo del Ministerio de Cultura de Perú.
No obstante, a pesar de todas las teorías, estudios e hipótesis, en la actualidad todavía se desconoce cuál es el objetivo y significado real de las enigmáticas Líneas de Nazca.
Teorías y leyendas pseudoarqueológicas
La ausencia de una explicación definitiva a los geoglifos y las características de esta obra arqueológica convierten a las Líneas de Nazca en el caldo de cultivo perfecto para acuñar leyendas y teorías pseudocientíficas.
En 1968, el escritor suizo Erich von Däniken publicó el libro "Recuerdos del futuro", en el que explicaba que los vestigios arqueológicos demostraban las visitas de los extraterrestres a las civilizaciones antiguas. De acuerdo con su teoría, los alienígenas fueron recibidos por los pobladores de la Tierra como dioses venidos del cielo, y compartieron con los humanos algunos conocimientos tecnológicos.
Los científicos han rechazado las teorías expuestas en este libro debido a que diversas pruebas en las que se apoya el autor se ha demostrado que son fraudulentas, fabricadas o enunciadas bajo premisas ilógicas.
Las Líneas de Nazca son uno de los lugares mencionados por von Däniken, que también recoge otros grandes monumentos de la historia, como las Pirámides de Egipto, las piedras megalíticas de Stonehenge o los moais de la isla de Pascua. El autor explica que los extraterrestres aterrizaban en el desierto de Nazca y que, debido a que necesitaban largas pistas de aterrizaje, ordenaron a los indígenas construir las líneas que formaban las figuras.
Los estudiosos descartaron esta teoría por considerarla descabellada: no parece lógico pensar que las aeronaves de alta tecnología de los extraterrestres necesiten de largas pistas para aterrizar y, en caso de hacerlo, las intrincadas líneas con forma de espiral de la cola del mono o el cuello zigzagueante del pájaro gigante no parecen el lugar más propicio para hacerlo.
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