Bombay
Alrededor de 3.000 musulmanas se concentraron este miércoles en un descampado al norte de Delhi, la capital de India, para protestar contra el proyecto de ley que anula el triple talaq, una tradicional práctica que permite al hombre musulmán obtener el divorcio de forma exprés. Las manifestantes se quejan de que la norma criminaliza a los hombres y destrozará a las familias. Sin embargo, las activistas musulmanas ven en la propuesta de ley el final de una demanda esperada durante años y que pone fin a una práctica que consideran patriarcal.
Organizada por el Consejo Legal de Asuntos Personales Musulmanes de India (AIMPLB, por sus siglas en inglés), la manifestación silenciosa se une a las celebradas el pasado fin de semana en diferentes ciudades del país. Asma Zehra, presidente de la sección femenina de la AIMPLB, volvió a criticar una “ley defectuosa” que “pone a la mujer bajo complicaciones legales y sociales”. El sábado, durante la protesta que concentró a más de 30.000 indias musulmanas en Azad Maidan, la explanada de la ciudad de Mumbai destinada a manifestaciones multitudinarias, la doctora Zehra repitió: “Esta propuesta de ley ha sido aceptada sin considerar a las mujeres musulmanas. El Gobierno no se da cuenta de que no nos beneficia. Al contrario. Las mujeres no tienen a donde ir si sus maridos van a la cárcel. Será difícil cuidar de nuestros hijos”.
En diciembre del pasado año, el gobierno de India presentó el proyecto de Ley de Mujeres Musulmanas (Protección de los Derechos Matrimoniales), que criminaliza la práctica del triple talaq, o divorcio rápido, con hasta tres años de cárcel para el marido. El proyecto de ley supone la penalización efectiva de una práctica que el Tribunal Supremo de India había suspendido en agosto de 2017. Otros países de mayoría musulmana ya habían prohibido el triple talaq, incluyendo Turquía, Qatar, Pakistán o Arabia Saudí. Sin embargo, India, secular aunque tercer país del mundo con mayor número de musulmanes, permite a las minorías tener sus leyes personales y así lo reconoce su constitución.
La tradición del triple talaq permite a un hombre musulmán obtener el divorcio mediante la sencilla repetición de la palabra talaq tres veces; sin tan siquiera requerir su presencia física por lo que bastaría con repetir la palabra por correo electrónico o mensaje de texto. Activistas de derechos humanos, incluyendo el Movimiento de las Mujeres Musulmanas Indias (BMMA, por sus siglas en hindi), llevan décadas denunciando que la práctica viola los derechos de la mujer y refuerza la dominación patriarcal en India. En 2016, un estudio realizado por esta organización con base en Mumbai encontró que un 10% de las mujeres musulmanas entrevistadas había sufrido un divorcio de este tipo y que muchas de ellas quedaban exentas de compensación o pensión para sus familias.
“El razonamiento del Consejo Legal de Asuntos Personales Musulmanes de India basándose en que el triple talaq esta 'intrínsecamente unido al islam' es dudoso. Esta tradición no está sancionada por el Corán. Al contrario, el triple talaq viola el principio fundamental de igualdad del islam”, explica Zeenat Shaukat Ali. La doctora en Estudios Islámicos por la Universidad de Saint Xavier de Mumbai menciona juristas y teólogos del islam antiguo y moderno para reforzar su visión y añade que este consejo de asuntos musulmanes (AIMPLB) debería tratar de hacer cumplir la ley como hace el Gobierno. La también directora de la Fundación de la Sabiduría, una organización secular que promueve la tolerancia religiosa, concluye: “El divorcio mismo está totalmente desaprobado por el islam y su profeta Mahoma al menos que no haya posible entendimiento entre las partes”.
Junto con las musulmanas indias que se oponen a la ley, también las hay que temen que esta decisión sea un primer paso para la unificación del código penal del país. La propia BMMA, organización precursora de la prohibición del triple talaq, estaría en contra de una unificación que se lleva discutiendo años. Activistas y miembros de la comunidad consideran que las distintas religiones y etnias de India deben tener leyes que les permitan mantener sus propios usos y costumbres. Muchas musulmanas también temen que sus vidas sean reguladas por leyes que estén más de acuerdo con las costumbres de la mayoría hindú —frente a una minoría que supone un 14% de la población total de India—. Partidos de la oposición y académicos acusan al partido del Gobierno de centroderecha y nacionalista Bharatiya Janata Party (BJP) de querer imponer el hinduismo frente a la diversidad religiosa y el secularismo de India.
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