A los huevos de Pascua se les atribuyen varias teorías para determinar su procedencia. Por una parte estarían aquellos que defienden su herencia basada en tradiciones paganas, y es que el huevo siempre ha sido un símbolo de vida y fertilidad y al que se le atribuía un papel importante en todas las celebraciones del inicio de la primavera, época que por otra parte coincide con la Semana Santa cristiana.
Por otra parte estaría la teoría que se basa en un origen cristiano, y es que fue en el siglo XIII cuando comenzaron a pintarse los primeros huevos de Pascua como una forma de conservación de este alimento en cuaresma, ya que era un alimento prohibido por la Iglesia. Los seguidores de esta tradición guardaban los huevos, y para mantenerlos frescos los bañaban con una fina capa de cera líquida.
Una vez terminada la Cuaresma, se reunían delante de la iglesia de su ciudad, y los regalaban para poder disfrutarlos después en Pascua como un motivo de celebración. Desde el punto de vista cristiano se dice que representan la aparición de Jesús tras su resurrección.
Lo cierto es que desde la época medieval el huevo decorado se convirtió en uno de los alimentos propios de Semana Santa y un preciado regalo para los niños y los sirvientes. Así comienza a quedarse instaurado como una tradición arraigada hasta nuestros tiempos, aunque cada país ha desarrollado su propia manera de decorar los huevos de Pascua.
Los huevos de Pascua en las distintas culturas
Fue 5000 años antes de Cristo cuando en China comenzaron a regalarse como símbolo de amistad huevos teñidos de rojo durante las fiestas del equinoccio de primavera. Este color para los chinos significa larga vida y felicidad, así comienza una tradición que se mantendrá a lo largo de los años. Más tarde fueron los persas los que comenzaron a decorar e intercambiar entre ellos huevos dorados y pintados minuciosamente.
Con el paso del tiempo en los países eslavos, se comenzó a llevar canastas llenas de huevos el día de sábado santo o antes de la misa de medianoche pascual para ser bendecidos, y después ser tomados en el desayuno del domingo de Pascua en las casas. En Rusia existía la costumbre de elaborar en la época de los zares, verdaderas joyas en forma de huevo, costumbre extendida hasta la época de la revolución, famosos sobre todo aquellos diseñados por el joyero Fabergé.
Es quizá en Europa Central donde más arraigada está la costumbre de decorar y colorear los huevos de Pascua, así polacos, eslovenos y ucranianos son famosos por sus elaborados diseños. Para ello trazan líneas con lápices de cera, posteriormente sumergen el huevo en colorantes y de nuevo repiten el proceso hasta lograr verdaderas obras de arte, en donde para ellos cada punto o línea tiene un significado.
En muchos países el huevo no se aprovecha cocido una vez pintado, sino que es vaciado y solamente es la cáscara la que va coloreada. Es lo que ocurre por ejemplo en Alemania, donde es típico colgar los huevos de Pascua en árboles que se acaban colocando en las casas como símbolo de buena suerte. Posteriormente esta tradición fue llevada hasta Estados Unidos por los colonos germanos, los cuales también dieron a conocer el famoso conejito de Pascua que era repartido entre los niños que habían sido buenos.
Los “nuevos” huevos de Pascua
Pero quizá ahora en nuestros tiempos lo más habitual es ver en Semana Santa los huevos, pero de chocolate. En los escaparates de las pastelerías podemos deleitarnos con huevos de todos los tamaños y decoraciones, monas de pascua con los diseños de moda que hacen las delicias de los más pequeños, y otras chucherías propias de estos días mucho más frecuentes, todo hay que decirlo, que los tradicionales huevos duros coloreados.
Pero ¿cuándo surgió la tradición de los huevos de chocolate? Las primeras referencias datan del año 1820 cuando se vio por primera vez un huevo cubierto por una especie de frágil pasta de azúcar. Pero fue ya en Francia en el siglo XIX cuando la técnica se perfeccionó y se empezó a añadir la manteca de cacao a la masa, dando comienzo a la época del modelaje del chocolate.
Fue el empresario chocolatero Joseph Fry, el que produjo los primeros huevos de Pascua de chocolate en Inglaterra en 1873, para posteriormente Cadbury´s seguir elaborándolos y presentando nuevos modelos y técnicas decorativas. Con el paso del tiempo, aparte de los huevos, comenzaron a fabricarse figuras de chocolate como regalo en Pascua y así en nuestro país es típico, sobre todo en Cataluña y Levante, que los padrinos regalen a sus ahijados un huevo o la popular mona de Pascua.
Esther Clemente
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