Los arqueólogos han hallado 17 momias que no pertenecen a la antigua realeza egipcia y que han sido fechadas en el período tardío de Egipto, entre los siglos VII y IV a.C.
Una investigación con georradar realizada el año pasado por el Ministerio de Antigüedades de Egipto y la Universidad de El Cairo reveló una serie de pozos funerarios junto a un antiguo cementerio de animales, excavado por el egiptólogo egipcio Sami Gabra entre 1931 y 1954, en Tuna el-Gebel, en la gobernación de Menia. Las autoridades egipcias anunciaron ayer el hallazgo de 17 momiasdurante los trabajos de excavación de estos pozos funerarios, conectados con unos corredores subterráneos a unos ocho metros de profundidad.
Los arqueólogos han hallado 17 momias que no pertenecen a la antigua realeza egipcia y que han sido fechadas en el período tardío de Egipto, desde el siglo VII a.C. hasta la conquista de Alejandro Magno en el siglo IV a.C. También han encontrado varios sarcófagos, dos de ellos antropomorfos y tallados en arcilla y el resto de piedra caliza, además de dos papiros escritos en demótico (una variante del idioma egipcio que surgió en la última etapa de esta civilización) y una lámina de oro con forma de pluma. Entre los restos hay, además, ataúdes de animales. Se trata del primer hallazgo en la zona desde que Sami Gabra descubrió la necrópolis de animales y pájaros. Por otro lado han salido a la luz unos recintos funerarios romanos realizados en arcilla y que contenían monedas, lámparas y otros objetos domésticosç
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