La pequeña localidad de Carmathen es famosa por ser uno de los lugares más asociados a las leyendas sobre el Rey Arturo. A las historias sobre la mítica espada Excalibur se une desde hoy otro misterio más reciente, el de una espada oriental que acaba de aparecer en el fondo del río Towy.
La reliquia se enredó en las redes de un pescador local, que la rescató del barro en un envidiable estado de conservación. Lo curioso del hallazgo es que no es una espada creada en el Reino Unido. Su diseño es similar al de kris, una daga de hoja ondulada y mango curvo típica de Malasia, Indonesia, Sumatra y otros pueblos del Pacífico.
Esta pieza en particular tiene la hoja recta y una longitud que la convierte más en una espada que en una daga. Este detalle ya la confirma que se trata de uno de los diseños de kris más antiguos, probablemente valorado en miles de dólares.
Los primeros análisis por parte de los conservadores del Museo de Carmathen apuntan a que el arma data del Siglo XVIII. El hecho de que quedara enterrada a cierta profundidad en el barro la permitió sobrevivir más de 200 años sin más desperfectos que una visible oxidación en la hoja. El mango de hueso y cobre está prácticamente intacto.
La gran pregunta es cómo acabó una espada oriental en el fondo del río. Carmathen lleva siglos siendo un puerto muy activo, así que es perfectamente posible que un viajero la perdiera accidentalmente. Con todo, los historiadores barajan una hipótesis más macabra, que alguien la arrojara al río después de haber perpetrado un asesinato con ella.
Una tercera opción puede ser la mera superstición. En las islas del Pacífico de las que proviene, los kris se consideran talismanes espirituales con supuestos poderes mágicos capaces de dar buena o mala suerte a su portador. La espada ha sido devuelta a su portador en el gremio de pescadores de Carmanthen.
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