Sobre los árboles: el árbol de la vida (ets hajayym). Que aquí hace referencia a la gran palabra: vida. Es mas que un instinto de conservación que guiara al hombre; es el deseo inmenso de vida y de plenitud de vida. El Nuevo Testamento, y en especial Juan, mostraran la Vida con mayúscula. Este el árbol de la vida procede de una tradición paralela a la del árbol del conocimiento del bien y del mal y en este versículo son puestos en relación. Vincular la “vida” a un árbol es tratar de objetivar la fuente.
Si hacemos una re lectura lenta del texto bíblico nos encontramos con que se distinguen tres tipos: los llamados "árboles deliciosos a la vista" (estos darían fruto para comer); "el árbol de la ciencia del bien y el mal" (o del conocimiento del bien y del mal) y el "árbol de la vida". El primero tipifica los árboles frutales, el segundo tipifica el conocimiento, discernimiento (para decidir lo que está bien de lo que está mal); y el tercero tipifica la vida eterna (inmortalidad).
Respecto del "Arbol de la sabiduría", algunos sostienen que Adán, al comer el fruto del árbol de la Ciencia, consiguió el don de la profecía. Otros dicen que el Arbol de la Ciencia era un inmenso tallo de trigo, más alto que un cedro; o una cepa, o un cidro, cuyo fruto es utilizado en la celebración de los Tabernáculos; otros sostienen -citando las palabras de Enoc- que era una palmera datilera. Otros asocian el "Arbol de la Ciencia" con el "Hongo de la Sabiduría", venerado por los antiguos chinos, paleosiberianos y mongoles y sobre esto he leido algunas cosas curiosas sobre la relación de los hongos psicotrópicos (que los chamanes usaban en algunas tradiciones para contactar con los espíritus) y el impacto de comer el fruto prohibido
Nacho Padró
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