El granjero no lo sabía, pero una tumba de 3400 años de antigüedad que contenía dos ataúdes y docenas de artefactos que datan del periodo minoico yacía bajo su olivar en el sureste de Creta.
Según Cretapost, el granjero no identificado estaba tratando de estacionar su vehículo bajo la sombra de un olivo cuando el suelo debajo de él comenzó a hundirse. Tras alejarse, notó que un agujero de 1,2 metros de ancho se había abierto en el suelo. Al mirar desde arriba, se dio cuenta de que había tropezado con algo importante.
El agricultor llamó al Eforato de Antigüedades de Lasithi, el ministerio local del patrimonio, y este envió a los arqueólogos a investigar. Resultó que el granjero había tropezado con una tumba de la era tardía minoica que constaba de un par de ataúdes, cada uno de los cuales contenía un único esqueleto. Según el ministerio, también se encontraron dos docenas de macetas con adornos de colores dentro de la tumba. El agujero en el olivar se había abierto a causa de un tubo de riego roto que suavizaba el suelo.
“En base a la tipología de la cerámica, y de acuerdo con las primeras estimaciones, la tumba se puede fechar en el periodo minoico tardío IIIA-B, aproximadamente entre el 1400 y el 1200 a. C.”, explicó el ministerio en un comunicado. La tumba se encuentra cerca de la aldea de Kentri, al sureste de Creta.
Es importante destacar que la tumba, a una profundidad de 2,5 metros, nunca había sido perturbada por saqueadores. Los arqueólogos están ahora en proceso de recopilar tanta información sobre la cámara y su contenido como sea posible.
La tumba fue excavada en la piedra caliza de la región hace unos 3400 años, con acceso a través de una zanja vertical. Se tallaron tres nichos, y la entrada fue sellada por mampostería de piedra, según el ministerio.
Los dos ataúdes de arcilla, llamados larnakes, estaban en excelentes condiciones, y en relieve con ornamentaciones. Los ataúdes tenían cada uno un esqueleto masculino, cuya identidad no se conoce, pero la calidad de la cerámica sugiere que eran individuos de alto estatus. Los lárnax son pequeños ataúdes cerrados que a menudo se usaban en la cultura minoica. Los cuerpos tenían que colocarse en cuclillas para que cupieran en su interior.
Los lárnax empezaron a usarse en tiempos minoicos durante la Edad del Bronce en el Egeo. Inicialmente estaban hechos de materiales cerámicos e imitando a los cofres de madera. Estos ataúdes a menudo estaban decorados con patrones abstractos, o representaciones de escenas de cacería y rituales religiosos.
Los arqueólogos ahora planean estudiar los esqueletos con más detalle, así que con suerte vamos a aprender más sobre estos antiguos minoicos.
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