Durante más de tres siglos, los eruditos, codebreakers e historiadores han tratado de descifrar una críptica carta escrita por una monja benedictina que afirmaba que fue dictada por el mismo Lucifer. Ahora, 361 años después, un grupo de investigadores afirma haber descifrado el mensaje secreto.
Según la leyenda, la hermana María Crocifissa della Concezione del convento de Palma di Montechiaro, en el sur de Italia, despertó después de un desmayo el 11 de agosto de 1676. Cuando la mujer despertó se encontró con su rostro cubierto de tinta. En una mano tenía varias cartas que había escrito, aunque con un problema: las escrituras eran una mezcla indescifrable de símbolos y lenguas.
La hermana María y sus hermanas del convento estaban convencidas que habían sido entregadas por un demonio, pero ni siquiera ellas pudieron entender el texto. Con el tiempo, se convencieron de que las cartas formaban parte de un elaborado esquema del diablo para apartarlas de su fe en Dios.
Como decíamos al comienzo, han pasado exactamente 361 años desde aquellos acontecimientos, y ahora un grupo de investigadores del Ludum Science Centre en Sicilia afirman haber decodificado 15 líneas de la única carta que sobrevivió en el tiempo. Para ello explican que recurrieron a un software de criptógrafos que se encuentra en la Dark Web. Según ha explicado el investigador, Daniele Abate:
Todo está ahí en la Dark Web: drogas, prostitución, pedofilia, y también los programas utilizados por los servicios de inteligencia para descifrar mensajes secretos, como el que usamos. Imprimimos el software con el griego antiguo, el árabe, el alfabeto rúnico y el latín para descifrar parte de la carta y mostrar si es realmente diabólico.
¿El resultado? El equipo llegó a la conclusión de que las cartas eran una mezcla de lenguas que fueron compuestas y escritas por la misma Hermana María; y es que la monja se había convertido en una lingüista experta durante su tiempo en el convento.
En cuanto al contenido, la carta describe la relación entre seres humanos, Dios y Satanás de una forma desordenada e inconsistente. En la misma, la hermana María animaba a Dios a abandonar al hombre y dejarlo en las garras del diablo. Según dicen algunas líneas en el texto:
Dios piensa que puede liberar a los mortales, pero este sistema no funciona para nadie. Dios, Jesús y el Espíritu Santo son muertos.
Para Daniele Abate y a tenor del contenido de las cartas, sospecha que la Hermana María podría haber estado sufriendo de esquizofrenia, “creo que tenía un gran dominio de la lengua, y por eso logró inventar el código, pero también creo que pudo sufrir una condición como la esquizofrenia que le hizo imaginar diálogos con el diablo”.
Por cierto, Abete también ha explicado que desde que publicó los hallazgos varias sectas satánicas han estado interesadas en contactarle. [News.Com.AU]
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