En premio a sus servicios al maestro, el joven recibió un
talismán con el que podría lograr todo lo que desease. Solo tenía que tener
cuidado en cumplir todas las condiciones que imponía su uso:
1º. Podría usarse solo para algo importante.
2º Algo que no hiciera daño a nadie sino bien a todos
3º Algo que él no pudiera obtener con sus propias fuerza.
Con esas condiciones quedaba garantizada la fuerza del
talismán y el efecto inmediato.
El joven lo
guardó celosamente y esperó la ocasión de usarlo. Pensó en dinero, pero eso lo
podía conseguir poco a poco. Pensó en el amor de una joven, pero comprendió que
era mucho más noble ganarle el corazón con su propia bondad y cariño. Pensó en
viajar por todo el mundo, pero supo que eso entraba dentro de sus propias
fuerzas si realmente lo deseaba.
Al fin
cayó, descubrió el verdadero mensaje del talismán. Hacerle caer en la cuenta de
lo que verdaderamente deseaba y hacerle extremar sus esfuerzos pues, bien
pensado, siempre estaba a su alcance lo que realmente deseaba y era mucho más
satisfactorio lograrlo con sus propias fuerzas.
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