Os
3:5; Pero después los israelitas
buscarán nuevamente al Señor su Dios, y a David su rey. En los
últimos días acudirán con temor reverente al Señor y a sus
bondades.
Esta referencia remite a Jesús Cristo,
Hijo de David (2 Samuel 7:12-16;. Mateo 1:1;. Rom 1:3).
Oseas en el Libro de Oseas denuncia la
infidelidad del pueblo para con Yahvé y revela el amor tierno de
Dios, comparable al del esposo que perdona a su esposa infiel o al
del padre que ama a su hijo rebelde. El profeta combate las bien
conocidas tendencias idolátricas del reino septentrional y el culto
del becerro de oro (una polémica que tendría en Jerusalén sabor
arcaico), llamando a su pueblo a la piedad interior, a la devoción
espiritual que lo unirá a Dios en unos esponsales de amor. Para ello
usa la imagen de la esposa, quizás
el rasgo más notable del discurso sea su expresión de las
relaciones entre Dios e Israel como una relación de amor y
frustración entre marido y mujer. Y ese es también el núcleo de la
predicación profética: Israel ha sido infiel a Dios, pero Dios no
ha dejado de amar a Israel.
Hay que mirar en el contexto de Os 3
para entender a que se refiere la cita, si miramos Os 3:4 podemos
leer que: Porque durante mucho tiempo, los israelitas estarán sin
rey y sin jefe, sin sacrificio y sin piedra conmemorativa, sin efod y
sin ídolos familiares. Este es
el marco social y religioso reflejado en el libro de Oseas, que
provoca las denuncias, reproches y amenazas del profeta. El Pueblo de
Dios se hizo indigno de llevar ese nombre, y el Señor se ve obligado
a someterlo a una prueba purificadora, donde el recuerdo idealizado
de l Rey David hace de contrapeso.
En este texto, se
hace referencia al pueblo que ya está en condiciones de ser recibido
de nuevo como esposa (Oseas 3:5): Después, en el transcurso del
tiempo, cuando hayan pasado por esta situación de purificación,
ellos volverán, es decir, cuando se arrepientan de sus idolatrías,
y abandonos, vuelvan a Dios y adherirse a él, y que serán
aceptados de nuevo por él. Ellos buscarán al Señor su Dios, y a
David su rey como referencia de la aceptación divina. Y que se
busca a David su rey, que no puede ser otro que el Mesías, el Hijo
de David, de la raíz y del linaje de David, a quien el mismo David
le llama Señor (Salmo 110:1), y al que Dios le dio el trono de David
su padre, (Lucas 1:32). pues en el NT se cristalizará en la figura
de Jesucristo. Comparese esto con Jer. 30:9; Ez. 34:23, 37:25.
Tengase en cuenta en el pensamiento de la época que, aquellos que
buscan al Señor a fin de encontrar lo que se aplica al Mesias, y
deben buscarlo a él como a su Rey, y se convierten en sus personas
dispuestas, y tomar un juramento de fidelidad y lealtad a él como
antaño con los reyes.
Este
quinto versículo de Oseas 3 provee detalles del futuro de Israel.
Vamos a considerarlos uno por uno.
1.- “Después”,
El versículo 4 dice que ellos permanecerían “muchos días” sin
un rey. Pero el verso 5 habla de un tiempo llamado futuro (buscarán).
Puesto que Israel aún no reconoce a su verdadero rey, “Jesús de
Nazaret, el Rey de los Judíos” (Juan 19:19), sabemos que “después”
está aún en el futuro, y nosotros estamos viviendo en el tiempo
llamado “muchos días” Para los ojos de la fe y el
discernimiento, sin embargo, los “muchos días” están llegando a
su fin.
2.- Los hijos de Israel volverán y
buscarán al SEÑOR su Dios”. Eventualmente la nación de
Israel regresará a la tierra de Israel. Esta es la seguridad que nos
da jeremías y Amós 9:14-15.
3.- “Y a David su rey”. ¡Sí,
ellos buscarán también a David su rey! La locución “Y a David su
rey” indica buscar a ambos, a Jehová y a David su rey. La mayoría
de los comentaristas identifican a este David con el hijo de David,
El Señor Jesucristo. ¿Pero por qué no significaría también
literalmente al mismísimo legendario rey David? Jeremías y Ezequiel
predijeron que David reinaría en el reino de Cristo (Jer. 30:9;
Ezequiel 34:23-24; 37:22,24).
4.- “Acudirán temerosos al Señor”
Y luego se nos dice que los hijos de Israel temerán al Señor en el
sentido de adorarlo y reverenciarlo a Él.Que en la relación de
David, como ya se ha comentado implica una relación con promesa de
fidelidad.
5.- y a su bondad” La palabra
Hebrea para “bondad” es tob, que significa, bondad o
amabilidad. Estos atributos de Dios fueron manifestados en su Hijo,
Jesucristo. Por lo tanto, “bondad” en Oseas 3:5 representa al
Mesías.
Nacho Padró
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