El cristocentrimo
no excluyente como modelo de la
teología cristiana seria el modelo que está presente en las tendencias teológicas de muchos de los
pensadores católicos y el que prima en la doctrina oficial del Magisterio
eclesial.
Las
razones de esta posición las podemos sintetizar de la siguiente manera:
- Este modelo afirma que todas las religiones son caminos de salvación, pero en la medida que implican la salvación dada por Jesucristo.
- Cristo, por el Espíritu Santo, actúa más allá del los límites de una profesión de fe explícita o de una pertenencia expresa a la Iglesia.
- Toda salvación proviene, de manera única y universal, de la vida, muerte y resurrección de Jesús.
- Sin embargo, esta salvación se puede hacer presente no necesariamente y exclusivamente a través de la confesión explícita de Jesucristo, sino también a través de diferentes formas y caminos, como "canales" de salvación, es decir, también a través de otras religiones no cristianas.
- Esta postura es cristocéntrica en cuanto afirma la presencia salvadora universal de la obra de Cristo en las otras religiones.
- Es una postura que da más importancia a los medios históricos y concretos a través de los cuales esta única mediación de Cristo se lleva a término. Estos pueden ser, por ejemplo, la presencia del Logos universal en este mundo, la vida sacramental de la Iglesia o la actividad del Espíritu Santo.
Por lo tanto, y resumiendo, es una
posición que da prioridad a la voluntad salvífica universal de Dios (1 Tm
2,3-6), que puede expresarse en variedad de formas o tradiciones religiosas
incluso no cristianas, aunque en grado diverso.
Nacho Padró
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