Un día, el juez pidió a Nasrudín que le ayudara a resolver un problema legal.
- ¿Cómo me sugerirías que castigue a un difamador?
- Córtales las orejas a todos los que escuchan sus mentiras -replicó el mulá.
- ¿Cómo me sugerirías que castigue a un difamador?
- Córtales las orejas a todos los que escuchan sus mentiras -replicó el mulá.