Entre el papa Francisco y Donald Trump no hay solo un enfrentamiento de ideas, sino una batalla de valores.
El Santo Padre, que dice de “seguir de cerca” las primeras medidas del presidente estadounidense, considera profundamente inmoral la política migratoria represiva de la nueva administración de Washington.
Dura respuesta de Washington: “Tiene un muro alrededor del Vaticano, ¿y nosotros no?”
En una carta enviada a los obispos de Estados Unidos, escrita en inglés y español (el idioma de la mayoría de los migrantes del sur), Bergoglio los insta a adoptar una postura acorde con los valores cristianos: “El acto de deportar personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad, de explotación, de persecución o por el grave deterioro del medio ambiente, lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión”.
“La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”, continúa.
Ciertamente, el Papa reitera la necesidad de reconocer “el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que han cometido crímenes violentos o graves mientras están en el país o antes de llegar”. Pero el acto de la deportación no deja de ser una herida a la dignidad humana, la dignidad “infinita y trascendente”, dada por un “Dios siempre cercano, encarnado, migrante y refugiado”.
La respuesta de Washington es dura, casi desafiante. “El Papa debería concentrarse en la Iglesia católica y dejarnos a nosotros el control de las fronteras”, dijo Tom Homan, el ‘zar de la inmigración’ de Trump. Y añadió: ”Tiene un muro alrededor del Vaticano, ¿verdad? ¿Y nosotros no podemos tener un muro alrededor de Estados Unidos?”.
La batalla también se libra en los nombramientos. A principios de año, el Papa envió a Washington al cardenal Robert Walter McElroy, conocido por su postura contra las medidas antiinmigración de Trump. Ahora, ha elegido para la diócesis de Detroit a monseñor Edward Joseph Weisenburger, otro obispo que recientemente firmó una carta contra la nueva política migratoria de la Casa Blanca.
Francisco, el pasado domingo en una misa en la plaza de San Pedro del Vaticano
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