El papa Benedicto XVI renuncia al Pontificado. El próximo
día 28 de febrero a las 8 de la tarde dará comienzo la Sede Vacante. El anuncio
ha provocado una gran conmoción y sorpresa en el mundo católico. "Mis fuerzas, por la edad avanzada, no son ya las adecuadas para
ejercer del modo adecuado el ministerio petrino", dijo el Sumo Pontífice, en latín, al término de un
consistorio para decidir tres canonizaciones. El Papa, que cumplirá 86 años en abril, reconoció que no tiene ya el
vigor necesario "para gobernar la barca de Pedro", pues sus energías
ha disminuido notablemente durante los últimos meses.
Los primeros análisis tras conocerse la noticia,
incluido el que ha realizado el portavoz del Vaticano, el padre jesuita
Federico Lombardi, coinciden en
que la dimisión, aunque inesperada, es coherente con el pensamiento expresado
por el Papa en varias ocasiones,
sobre todo en el libro entrevista, "Luz del mundo", que realizó el
periodista alemán Peter Seewald. En cuanto se haga efectiva la renuncia, se
convocará el cónclave. "Para Pascua tendremos un nuevo papa", avanzó
Lombardi.
Benedicto XVI se retirará en un primer momento a la residencia
de Castel Gandolfo y luego vivirá en el monasterio de monjas de clausura en el
interior del Vaticano, donde se dedicará a la oración y a la reflexión. Joseph Ratzinger no participará en el
cónclave. El Papa, de 85 años,
agregó en una intervención en latín esta mañana que es muy consciente de que
este ministerio, por su naturaleza espiritual, "debe ser llevado a
cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado
sufriendo y rezando". "Después de haber examinado ante
Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que mis fuerzas,
debido a mi avanzada edad, no se adecúan por más tiempo al ejercicio de mi
Ministerio", ha anunciado ante el consistorio para la
canonización de los mártires de Otranto. "Con total libertad
declaro que renuncio al ministerio de Obispo
de Roma y Sucesor de Pedro,
que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005",
ha añadido el Pontífice, según el comunicado.
La Sede
Vacante, es decir el tiempo que transcurre desde que un papa fallece, o
renuncia, como ha anunciado hoy Benedicto
XVI, hasta que se elige al sucesor, comenzará el próximo 28 de febrero a
las 20.00 horas de Roma (19.00 GMT), según anunció el propio pontífice en su
carta de renuncia. Tras anunciar que renuncia por motivos de edad, cumplirá 86
años en abril, el papa dijo en su carta: "Siendo muy
consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que
renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue
confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que,
desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de
San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene
competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice".
El
portavoz del Vaticano, el padre Federico
Lombardi, ha asegurado que la decisión del Papa de renunciar al ministerio les ha acogido por sorpresa dado
que, además, este lunes, era un día festivo, durante un 'breefin' celebrado
tras anunciar el Pontífice que dejará el cargo el próximo 28 de febrero a las
20.00 horas. Lombardi ha explicado que el Pontífice se acoge de este módo al
artículo 332, párrafo 2, del Código de Derecho Canónico que establece que un
Papa puede renunciar con libertad y que no se requiere que alguien lo acepte. Además,
el portavoz del Vaticano ha
señalado que esta decisión del Pontífice es "coherente" con la
declaración que ya hizo Benedicto XVI en el libro entrevista 'La luz del
Mundo'."Cuando el peligro es grande no se puede escapar, no es el momento
para renunciar. Se puede renunciar en un periodo de tranquilidad",
aseguraba el Papa.
¿Puede
renunciar un Papa? El hecho de ser jefe de la Iglesia católica, comunidad en
que se reconocen 1.200 millones de personas, o de una modesta escalera de
vecinos en el barrio más pequeño del pueblo más pequeño, no implica dejar de
ser un hombre libre a menos que se renuncie a ser un hombre. El hombre es el
único animal que puede escoger y, al fin y al cabo, es eso lo que iguala a la
raza humana. Joseph Ratzinger lo ha hecho, ha decidido, en su calidad de líder
espiritual, de político y de persona. Pero el caso también nos serviría si no
fuese así: es decir, si hubiera renunciado por otros motivos más allá de los
que ha manifestado, que las fuerzas físicas ya no le acompañan. Todo hombre
tiene que poder escoger, consciente de sus límites en relación con él mismo y
con los otros hombres. Nos lo enseñaron aquellos ilustrados del XVIII, la
mayoría antipapistas feroces. Y un Papa tiene que ser libre para ser Papa.
Benedicto
XVI será el cuarto pontífice en renunciar
al ministerio papal en la historia de la Iglesia católica, el último Pontífice
en renunciar fue Gregorio XII, el veneciano Angelo Correr, que abdicó en 1415,
dos años de morir, según catholic.net. Los otros casos de renuncia al
pontificado han sido los de Benedicto IX, elegido en el 1032 y Celestino V, que
renunció en 1294 al declararse carente de experiencia en el manejo de los
asuntos de la Iglesia.
Carta
de renuncia de Benedicto XVI:
"Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este
Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para
comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.
Después de haber examinado ante
Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad
avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.
Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe
ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no
menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de
hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran
relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar
el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu,
vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de
reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue
encomendado.
Por esto, siendo muy consciente
de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al
ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por
medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de
febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro,
quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias,
el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy
las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado
junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.
Ahora, confiamos la Iglesia al
cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su
Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir
el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro,
quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida
dedicada a la plegaria.
Vaticano, 10 de febrero
2013."
Ignacio Padró
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