No por repetido es menos trágico. No dar la noticia, ocultar la realidad no exime de su existencia. 16 cristianos fueron asesinados en un ataque del Estado Islámico en Beni, en el este del Congo. Los terroristas atacaron la aldea cristiana de Mai Moya.
En su último mensaje conocido, el portavoz de la banda yihadista se refirió a la wilaya (franquicia) de África Central, cuyos asesinos perpetraron la matanza: "Los gigantes de la selva y los leones de la batalla, que yacían a la espera de los cristianos en todos y cada una de las emboscadas, matando, capturando y desplazando a ellos. Los arrearon a oleadas continuas de desplazamiento y atacaron sus rutas de comercio y transporte, por lo que ya no tienen seguridad en sus
hogares o viajes. Ellos agotaron sus fuerzas ya agotadas hasta el punto de que los cristianos se han cansado de su gobierno y perdieron la confianza en él después de que sus aliados ugandeses no lograron detener la rueda de la yihad, por la gracia de Alá Todopoderoso".
"Así que continuad con vuestro esfuerzo y yihad y atacad las reuniones de los cristianos y los centros de su gobierno, ya que eso es peor para ellos y más difícil. Que Allah os conceda el éxito y os permita conquistar", añadía.
Sobran los comentarios ante tamañas atrocidades dichas, no se olvide, en "nombre de Alá", algo que no deja de ser una interpretación maliciosa del Corán con el solo fin de causar muerte y destrucción
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