Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron el rostro esculpido de un guerrero maya en Chichén Itzá, en el Estado mexicano de Yucatán. Ceñida con un yelmo de serpiente con las fauces abiertas y un tocado de plumas, la pieza fue encontrada durante las excavaciones que se realizan en los trabajos paralelos al Tren Maya, financiadas con recursos del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza).
Información oficial detalla que el hallazgo ocurrió en el llamado Templo 6 de Maudslay, perteneciente al conjunto Casa Colorada de la reconocida zona arqueológica. Diego Prieto, director general del INAH, explicó que los detalles en la efigie encontrada aluden a la deidad máxima de la cultura mesoamericana.
“Es un hallazgo muy interesante. [En la antigüedad] se acostumbraba representar a los guerreros con un tocado, con una suerte de yelmo. En este caso es una figura de serpiente de la que sale el rostro acompañada de un tocado de plumas de manera que, probablemente, está aludiendo a la representación de Kukulcán, la serpiente emplumada de los mayas”, detalló.
Las primeras observaciones alrededor del rostro antropomorfo de 33 centímetros (cm) de alto, 28 cm de ancho y 22 cm de profundidad indican que el elemento formó parte de un diseño escultórico mayor, que concuerda con las primeras épocas de la ciudad maya. A pesar de estar fracturado, la figura se encuentra en un buen estado de conservación.
El titular del INAH compartió que gracias a los trabajos de investigación y conservación relacionados con la construcción del Tren Maya en Xelhá, área natural de resguardo y puerto comercial para los antiguos mayas, se han registrado y preservado 57,146 elementos inmuebles; 1,925 bienes muebles; 1,398,083 fragmentos de cerámica y 1,467 piezas en restauración. A esto se suman 660 sepulturas humanas y 2,252 rasgos naturales asociados a viejos asentamientos.
La historia maya descubierta por la ruta de un tren
De acuerdo con el INAH, “la historia de Xelhá se resume en dos grandes periodos: en el Clásico Temprano (250-600 d.C.), cuando fue el puerto más grande e importante del reino de Cobá y el relativo a la llegada de los españoles, momento en el que quedó casi en el abandono; sus habitantes murieron a causa de las nuevas enfermedades traídas por los europeos y otros huyeron tierra adentro. Para 1550, el lugar estaba en ruinas”.
La iniciativa Promeza propone fortalecer la infraestructura de 27 zonas arqueológicas cercanas a la ruta del Tren Maya.Según las autoridades federales, representa una oportunidad de trabajo y desarrollo para cientos de habitantes. El programa contempla la construcción de 10 Centros de Atención a Visitantes y la rehabilitación o renovación de ocho museos en Kabah, Tulum, Calakmul, Dzibilchaltún y Chichén Itzá. También se planea un nuevo espacio cultural en el Ateneo Peninsular de Mérida.
En medio de la construcción del Tren Maya se han descubierto diversos vestigios de dicha cultura. En meses pasados, investigadores del INHA localizaron una canoa de madera casi intacta al interior de un cenote cerca del gran centro ceremonial maya. En septiembre pasado, se descubrió una delicada gargantilla esculpida en caracola, adornada con la representación grabada de cuatro figuras de la mítica civilización que data del periodo Clásico Terminal (830-900 d. C.).
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