una estudiante israelí de 17 años ha descubierto un fragmento de un “espejo mágico” de época bizantina en el sitio de Usha, cerca de la población de Kiryat Atta en Israel. El espejo, fabricado hace unos 1.500 años, estaba destinado a la protección contra los malos espíritus y el mal de ojo, o bien a la adivinación.
Aviv Weizman, la descubridora del espejo, participaba en el Proyecto Shelah del Ministerio de Educación isrelí, por medio del cual 500 alumnos de secundaria participaron en excavaciones arqueológicas en todo el país. Durante una semana de trabajos, los alumnos realizaron otros hallazgos como cerámica, monedas, fragmentos de piedra decorados e incluso parte de un acueducto.
UN ESPEJO PARA PROTEGERSE DEL MAL O PARA LA ADIVINACIÓN
El espejo se encontró entre las paredes de un edificio que fue habitado entre los siglos IV y VI d.C. Aunque los expertos tienen claro que se atribuían propiedades mágicas al objeto encontrado, no se ponen de acuerdo sobre cuál habría sido su propósito y proponen dos teorías.
Según la teoría más respaldada, el espejo seguramente estaba destinado a brindar protección contra el mal de ojo y los espíritus malignos, como los demonios, de los que se creía que huían al ver su reflejo en un cristal colocado en el centro de la placa. Se han encontrado espejos similares en sitios como obsequios funerarios depositados en tumbas para proteger a los difuntos en su viaje a la próxima vida.
Otra teoría alternativa sugiere que el objeto podría haber sido utilizado en la catoptromancia, el arte de la adivinación por medio de espejosque practicaban los griegos y los romanos. Usha fue sede del Patriarcado ortodoxo cristiano durante años, pero en la época en que fue fabricado el espejo (siglo V o VI d.C.) mucha gente aún seguía recurriendo a prácticas paganas que contaban con siglos de tradición.
CONECTAR A LOS JÓVENES CON LA ARQUEOLOGÍA
Aviv Weizman, la chica de 17 años que encontró el espejo, participaba en una caminata de 90 km desde el Monte Meron hasta el Monte Hermon como parte del Proyecto Shelah de Líderes Juveniles del Ministerio de Educación. Durante la caminata, los jóvenes participan en excavaciones arqueológicas en sitios ubicados en todo el país. Mientras participaba en una excavación en el sitio arqueológico de Usha, Weizman vio un fragmento de cerámica inusual que sobresalía del suelo entre las paredes de un edificio.
“La historia, que normalmente se enseña en el aula, cobra vida desde el terreno”, según Eli Escusido, director de la Autoridad de Antigüedades de Israel. “Un alumno que realiza un hallazgo durante una excavación nunca olvidará la experiencia. No hay mejor manera de vincular a los jóvenes con el país y el patrimonio”. Saar Ganor, arqueólogo coordinador del proyecto en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel, afirma que “al mismo tiempo que descubren el pasado del país, se brinda a los jóvenes una experiencia de empoderamiento personal, conectándolos con sus raíces”.
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