Señor, cuando tenga hambre,
dame alguien que tenga necesidad de alimento.
Cuando tenga sed,
mándame a alguien que necesite de bebida.
Cuando tenga frío,
mándame a alguien para que lo abrigue.
Cuando tenga un disgusto,
ofréceme alguien para que lo consuele.
Cuando mi cruz se vuelva pesada,
hazme compartir la cruz de otro.
Cuando me sienta pobre,
condúceme hasta alguien que esté necesitado.
Cuando me sienta humillado,
haz que tenga a alguien a quien alabar.
Cuando esté desanimado,
mándame a alguien a quien dar ánimos.
Cuando sienta necesidad de comprensión de otros,
mándame a alguien que necesite de la mía.
Cuando necesite que se ocupen de mí,
mándame a alguien de quien tenga que ocuparme.
Cuando piense sólo en mí mismo,
atrae mi atención sobre otra persona.
Haznos dignos, Señor,
de servir a nuestros hermanos que,
en todo el mundo,
viven y mueren pobres y hambrientos.
Teresa de Calcuta