Actualmente el tema de moda es el del choque de civilizaciones, sobretodo entre el mundo islámico y el occidental. Incomprensión, intransigencia, éticas diferenciadas... pero no siempre fue así.
En los inicios del choque entre el islam y occidente hubieron verdaderas masacres bélicas (como muchas en sus tiempos), sobretodo por el hecho que tenemos un islam que tiende al expansionismo como en sus más incipientes orígenes.
Pero aun viendo las limitaciones, hemos de reconocer un potente legado islámico en nuestra vida, sobretodo en España, donde la influéncia fue bastante más fuerte que en otros lugares.
Aunque el Corán no da pie a la filosofía ni a la mística, hay que reconocer que su choque con occidente provocó verdaderos florecimientos a nivel de pensamiento (sobretodo tras el descubrimiento de Aristóteles y Platón) o con la mística oriental... poniéndose de manifiesto la especial habilidad que tenía el islam para asimilar y potenciar los logros de otras culturas.
En España introdujeron cultivos nuevos (limón, algodón, arroz, caña de azúcar...), aunque el potencial económico más fuerte del Al-Andalús se centraba en la trata de esclavos!!!.
A nivel de ciencias, se centraron más en las ciencias aplicadas, como las matemáticas (donde destaca Abdulcasim Maslama), astronomía (Azaquiel, el granadino Ibn Tufayl) y medicina. ¿Hace falta recordar que los números que usamos normalmente són los llamados números árabes (1,2,3,4,5,6,7,8,9,0) en contraposición de los palitos romanos?.
Quizás donde más se ve el legado árabe, a parte de las obras de cerámica y trato de vidrio, sea la arquitectura, sobretodo una vez que la escultura y la pintura quedan diezmadas por la prohibición de las imágenes. Destacan a nivel internacional: la Alhambra de Granada, la Aljafería y el Giralda, destacándose el arquitécto Al-Zarqali.
No sólo ahora tenemos referentes musulmanes de nivel famoso (la modelo Imán, el ex-boxeador Alí o el jugador Zidane de familia musulmana), sino que todavia podemos reastrear en el vocabulario muchas muestras de prefijos árabes (Al-). Una huella que no conviene olvidar y que se ha de tratar con el debido respeto.
Nacho Padró