miércoles, 5 de marzo de 2025

La frase del Dalai Lama que debes recordar cuando las cosas no salen como pensabas

 

En la vida, las cosas no siempre salen como esperábamos. Es precisamente en esos momentos en los que sentimos que hemos fracaso cuando debemos recordar que no todo es lo que parece, como revela esta clásica cita del Dalai Lama.


Frase Dalai Lama
PEXELS/COTTONBRO

Seguro que alguna vez te ha pasado. Pones toda tu intención en que algo salga de determinada forma. Te esfuerzas, trabajas duro. Pones toda la carne en el asador. Y aún así… Las cosas no siempre salen como esperábamos, porque por desgracia no dependen solo de nuestro esfuerzo. Hay factores ajenos a nuestro control, no hay nada que hacer contra ello.

Es cuando todo sale al revés cuando entra en juego una importante pieza del puzle: la resiliencia. Así nos lo recuerda el Dalai Lama, líder espiritual del budismo tibetano y autor de El arte de la felicidad, de la que hemos extraído esta importante frase. ¿Te animas a aplicarla en tu vida?

Un golpe de suerte

Si la vida te da limones, haz limonada. Esta frase popular encierra un gran secreto que el Dalai Lama conoce bien. Y es que, si bien no podemos controlar lo que nos sucede en la vida, sí que tenemos la oportunidad de aprovecharlo. No podemos cambiar la dirección del viento, pero si ajustar las velas de nuestro barco particular, para llegar siempre al destino deseado.

De hecho, ¿qué es eso de destino? Sobre el futuro no hay nada escrito, y la vida es lo que sucede mientras haces planes. Por eso es importante quitarle poder a la decepción, a esa emoción de fracaso que nos invade cuando las cosas no salen como deseamos. O en palabras del gran Dalai Lama, “recuerda que a veces no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte”

 Y es que la felicidad no depende de que todos nuestros deseos se hagan realidad, sino de nuestra capacidad de aceptar el presente con mente abierta y el corazón lleno de agradecimiento. Las cosas no siempre saldrán como planeas, pero eso no significa que estén mal. A veces, los planes que no se cumplen, son los que abren la puerta a caminos que nunca habías considerado antes, pero que son exactamente lo que necesitabas para seguir creciendo y evolucionando.

Cuando lo inesperado abre nuevas puertas

Cuando algo no nos sale cómo esperábamos, el primer impulso es siempre resistirnos al cambio. Aferrarnos a la idea de cómo deberíanser las cosas, olvidando que la vida rara vez sigue un guion predeterminado. Lo que el Dalai Lama nos plantea con su frase es un gran cambio de perspectiva. Dejar de aferrarnos a lo que debería ser, para descubrir lo que podría ser. Ver en cada contratiempo una oportunidad de replantearnos nuestras prioridades, explorar nuevas direcciones y descubrir posibilidades que jamás habíamos considerado.

Para ello, en primer lugar, debemos aceptar que la incomodidad, el sufrimiento y las adversidades no son enemigos que evitar. No puedes vivir sin sufrir. Pero el sufrimiento puede transformarte de formas que jamás imaginaste.

Quizá vayas a la entrevista de tus sueños, esperando conseguir ese trabajo que parece hecho para ti. Y puede que no lo consigas. Puede, incluso, que realmente lo necesitaras. Que fuera esencial conseguirlo para poder avanzar en tus planes. Y sentirás dolor, desesperación, angustia, miedo por el futuro, incertidumbre, frustración, enfado. Todas esas emociones pueden conducirte a dos caminos: al de la decepción o al de la resiliencia.

Porque al final del día, te tocará volver a salir trabajo, y puede que te toque explorar nuevas posibilidades. Lo harás mejor, abrirás tu mente a nuevas posibilidades, y llegará el que de verdad iba a ser el trabajo de tu vida. Solo lo podrías haber conseguido si hubieras perdido el primero. Porque el ser humano es así, resiliente por naturaleza. Los momentos difíciles nos hacen más fuertes.

Aprende a navegar en los contratiempos

Aunque es fácil verlo claro sobre el papel, no es tan fácil ponerlo en práctica. Nuestra mente está preparada, al fin y al cabo, para huir de lo desconocido. Para protegernos del sufrimiento. Es difícil aceptar que es inevitable y, en lugar de gastar energía en intentar controlar lo incontrolable, aprender a navegar los contratiempos. Pero como en todo en esta vida, hay que empezar por el principio. Y estos son los primeros pasos que puedes dar para reconfigurar tu mente.

Practica el arte de la pausa

Cuando las cosas no salgan como esperabas, no te dejes llevar por la frustración y el desánimo. En su lugar, tómate un momento para respirar y reflexionar. Entrenar a tu mente por medio de la meditación puede ayudarte a conseguirlo.

Calma la mente, baja el ritmo y analiza la situación con la mayor claridad posible. Esta pausa te permitirá ver el panorama completo, abriéndote a nuevas posibilidades.

Reformula tus pensamientos

En lugar de centrarte en todo lo que has salido mal y en sus catastróficas consecuencias, pregúntate, ¿qué puedo aprender de esto? Volvamos al ejemplo del trabajo perdido. El rechazo que has vivido podría ser una oportunidad para desarrollar nuevas habilidades o reconsiderar lo que realmente quieres en el mundo laboral.

Es cuestión de cambiar el enfoque. De pasar del, “¿por qué me ha pasado esto?” A “¿qué puedo ganar con esto?”. Ahí está la diferencia.

Habla con alguien de confianza

A veces estamos tan inmersos en nuestras emociones, que nos cuesta ver más allá de lo que sentimos. Por eso, en estos momentos de dificultad, un hombro sobre el que llorar puede marcar la diferencia. Procura que sea alguien en quien confíes, un amigo o mentor que de verdad te pueda ayudar a conseguir otra perspectiva, más clara, desde fuera.

Escuchar otras opiniones (si son de las personas adecuadas) te ayudará a identificar las oportunidades o los caminos que se te habían escapado.

Lleva un diario para explorar tu mente

Conocerte a ti misma es la mejor forma de desarrollar tu resiliencia. Escribir, además, es una poderosa herramienta para procesar todo lo que sientes y darle sentido a los eventos que has vivido durante el día. Si dedicas unos minutos al día a anotar lo que ha sucedido, cómo te has sentido y qué opciones ves a tu alcance, ganarás claridad mental.

Muchas veces, al plasmar en papel tus pensamientos, surgirán ideasque antes habían pasado desapercibidas.


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