En una cueva de Botsuana, se han encontrado restos que podrian pertenecer a los primeros registros de ritos religiosos de los seres humanos, curiosamente con la serpiente como divinidad principal.
Son restos que datan de unos 70.000 años, concretamente en la Colina de Tsodilo (o "Montañas de los Dioses"), en el Kalahari. Hay que tener en cuenta que los más antiguos restos de religiosidad en Europa datan de hace 40.000 años, lo que da una gran importancia a este descubrimiento.
Posiblemente las cuevas de estas colinas serian un lugar sagrado para las poblaciones de Bosquimanos que vivian por los alrededores desde hacia 100.000 años, segun se ha podido saber por yacimientos arqueológicos.
Así se puede afirmar que la profesora Sheila Coulson, de la Universidad de Oslo, puede mostrar ahora que los humanos modernos, Homo sapiens, han oficiado rituales avanzados en África desde hace 70.000 años. En otras palabras, ha descubierto el ritual más viejo de la humanidad del que se tenga conocimiento.
El hallazgo de Sheila Coulson muestra que las personas del área tenían un lugar ritual específico asociado con la pitón. El rito se oficiaba en una pequeña cueva en el lado norte de las Colinas Tsodilo. La propia cueva está tan aislada y el acceso a ella es tan difícil que no fue descubierta por los arqueólogos hasta los años noventa.
Cuando Coulson entró en la cueva la primera vez, acompañada por sus tres colaboradores, les llamó la atención cierta roca misteriosa que parecía la cabeza de una enorme pitón. Sobre la roca de seis metros de largo por dos de altura, encontraron entre trescientas y cuatrocientas hendiduras que sólo pudieron haber sido hechas por el hombre.
Como comprobaron, la incidencia de la luz del Sol sobre las hendiduras provoca una llamativa ilusión óptica que les da la apariencia de piel de serpiente. Por la noche, la luz del fuego causa, en toda persona que mire, la sensación de que la serpiente realmente se está moviendo.
Los arqueólogos no encontraron ninguna evidencia de que el trabajo en la roca se hubiera hecho recientemente. De hecho, mucha de la superficie de piedra estaba muy erosionada.
Coulson y sus colaboradores decidieron excavar una fosa directamente enfrente de la roca pitón. En el fondo de la fosa, encontraron muchas piedras que habían sido usadas para hacer las hendiduras. Junto con estas herramientas, algunas de las cuales tenían más 70.000 años, encontraron un pedazo de la pared que se había caído durante el trabajo.
En el transcurso de su excavación, encontraron más de 13.000 artefactos. Todos los objetos son artículos que podrían vincularse con el uso ritual, así como herramientas usadas para tallar la piedra.
La caul cosa vuleve a evidenciar la antiguedad del hecho religioso y lo fuertemente ligado a la existencia humana.
Nacho Padró