La antigua ermita románica de Sant Vicenç en Estamariu (l´Alt Urgell) luce desde ayer una serie de frescos del siglo XII que se han conseguido rescatar y restaurar tras varios años de obras y reconstrucciones, lo que los convierte en uno de los conjuntos más importantes del arte románico catalán que se conservan en su lugar originario. Las pinturas datan del año 1135 y no se descubrieron hasta 1993, bajo una capa de cal, durante una operación de limpieza del recinto. El templo, que se encontraba casi en ruinas, pertenece al obispado de Urgell, que cedió su gestión a la fundación privada Sant Vicenç d´Estamariu, que se ha encargado de los trabajos de restauración. Según uno de los coordinadores de la restauración, Albert Villaró, éste ha sido un largo proceso que empezó en 2003 con la consolidación de la nave de la iglesia, ya que peligraba su estabilidad. En 2007, comenzaron los trabajos de recuperación de los frescos
Nos alegramos que parte del patrimonio Catalán se pueda volver a recuperar y admirar.
Nacho Padró