Antaño mayoria, ahora son superados en número y a menudo olvidados, desde las cruzadas y por la presión social, política y económica de donde viven.
Són los perfectos mediadores, un vínculo fundamental entre el occidente cristiano y el árabe musulmán (Paolo Dall'Oglio, monje del Monasterio de Deir Mar Musa).
Se da un retroceso brutal entre estos cristianos pues se sabe que el 80% de los jóvenes cristianos han marchado del país en busca de empleo, lo que priva al país de su propio futuro cualificado.
Además se les ve en su mundo como los responsables de la mala gestión de los cristianos occidentales; como se pudo ver durante la crisis de la gripe A o porcina: en Egipto (país musulmán) se eliminó a las piaras de cerdos, uno de los bastiones económicos de los cristianos, que sí pueden comer el cerdo.
Un ejemplo de la influencia y la importancia del choque entre las dos realidades se encuentra en el Líbano donde antes eran los Cristianos Maronitas los máximos representantes que han acabado siendo el 40% de la población.
Se supone que entre hermanos se han de ayudar pero parece que los cristianos occidentales los tienen algo abandonados.
Nacho Padró
NG junio 2009