En 1925, el alemán Hugo Obermaier, capellán de la casa de Alba y gran aficionado a la arqueología, estaba pasando unos días en la finca de Guadalperal, en el término municipal de El Gordo, cerca de la localidad cacereña de Peraleda de la Mata, cuando vio un grupo de piedras medio enterradas que llamó su atención. Excavó en el lugar durante años hasta que logró exhumar todo el monumento: un dolmen o conjunto megalítico de entre cuatro y cinco mil años de antigüedad. Las piedras se mantuvieron in situ, pero los objetos que halló durante sus excavaciones fueron trasladados a Berlín.
Un monumento milenario
Así, durante cuarenta años, el dolmen de Guadalperal estuvo a la vista de todos, hasta que en 1963 se construyó el embalse de Valdecañas y las aguas del Tajo empezaron a inundarlo. Ahora, una excepcional sequía y el trasvase de agua a Portugal ha dejado de nuevo a la vista el milenario monumento. En todos estos años, el dolmen había sido vislumbrado en alguna ocasión cuando el nivel del agua descendía, pero nunca había quedado totalmente a la vista, como acaba de ocurrir. Así, ahora se plantea el problema de qué hacer con el dolmen –que algunos medios ya han bautizado como el Stonehenge español–, si documentarlo y dejarlo donde está o trasladar sus piedras a un lugar cercano, pero no inundable.
Del dolmen quedan en la actualidad un centenar de piedras de granito, muchas de pie y algunas caídas. Se puede apreciar aún la forma ovalada de la cámara principal y los restos del corredor de veinte metros que unió la ribera del Tajo con el monumento hace milenios. Un gran menhir esconde un misterio tallado en una de sus caras: lo que parece una serpiente, pero que algunos investigadores, como Ángel Castaño, presidente de la Asociación Cultural Raíces de Peraleda, piensan que podría tratarse de una representación de quince kilómetros del curso del río Tajo, entre dos de sus afluentes, el Gualija y el Ibor. Los estudiosos están convencidos de que este lugar fue un importante centro religioso y económico de la región, al ser uno de los pocos sitios de cruce del Tajo de norte a sur.
¿Seguirá bajo las aguas?
Raíces de Peraleda ha reclamado a las autoridades una actuación urgente para salvar el dolmen, pero al parecer, el Ministerio de Cultura y la Junta de Extremadura han descartado de momento moverlo, pues los expertos consideran que su traslado supondría una pérdida irreversible. Lo que sí se prevé son algunas actuaciones de emergencia para documentar el yacimiento y proceder a su protección, estabilización y consolidación. En estas actuaciones sobre el monumento participan los mayores especialistas en arqueología megalítica de nuestro país que consideran que el dolmen de Guadalperal es "uno de los mejores ejemplares de entre los más tempranos. Eso explica por qué algunos expertos no dudan en afirmar que podría ser el dolmen más importante de España", como ha afirmado Primitiva Bueno, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares.
De todos modos, lo que ahora temen los expertos, y también los vecinos de Peraleda, es el alud de visitas al monumento que ya se está produciendo, puesto que no hay vigilancia in situ y no se puede controlar el flujo de visitantes. Desde Raíces de Peraleda piden que no se acuda al dolmen para preservar su integridad, ya que están convencidos de que la actuación humana puede suponer para el milenario dolmen un peligro mucho mayor que las aguas del embalse.
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