A principios de septiembre, durante una intervención en el alcantarillado público de la población de Tama, al norte de Suhag, en la orilla occidental del Nilo, en el Alto Egipto, los trabajadores dieron con algo increíble: el elaborado relieve de un templo de época ptolemaica, de hace unos 2.200 doscientos años.
Un templo ptolemaico desconocido
Inmediatamente se pararon los trabajos y se dio aviso a las autoridades. El Ministerio de Antigüedades de Egipto, con Mostafa Waziri a la cabeza, envió con celeridad a un grupo de arqueólogos al lugar para investigar el hallazgo. Así, los expertos han procedido a desenterrar partes de muros de piedra caliza, de 230 centímetros de ancho: un muro que va de este a oeste, otro que va de norte a sur y la esquina suroeste de un edificio que, con total seguridad, fue un templo ptolemaico construido bajo el reinado de Ptolomeo IV Fiópator (222-205 a.C.), tal como indican los cartuchos con el nombre del soberano que han aparecido inscritos en algunas paredes.Otros relieves que decoraron el templo representan a Hapi, el dios de la fertilidad y de la crecida anual del Nilo –una divinidad muy venerada en Egipto durante toda su historia puesto que era la que permitía que la agricultura floreciese en la región–, que aparece portando ofrendas, rodeado de aves y de otros animales. También han aparecido indicios de pavimentos de piedra caliza. Aunque los trabajos apenas acaban de comenzar, los arqueólogos creen de que la excavación de este templo ptolemaico, del que hasta ahora no se tenía constancia, puede proporcionar información sobre el reinado de este monarca, que estuvo marcado por la inestabilidad política, las revueltas y los asesinatos.
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