Dijo Francis Bacon que “la amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad”. Hoy repasamos por qué los amigos nos hacen tan felices en base a algunas evidencias científicas demostradas.
Los amigos son un importante apoyo en la vida, tanto para disfrutar de risas y fantásticos momentos como para darnos una palmada en la espalda cuando es necesario, escucharnos y apoyarnos en los malos momentos. No es una apreciación subjetiva de cada cual, ya que cada vez son más los estudios que señalan los efectos perniciosos de la soledad en la salud y destacan que las amistades la mejoran, a la par que incrementan nuestra felicidad.
En primer lugar, la felicidad tiene un estrecho vínculo con la sociabilidad, algo que confirmaron los investigadores Ed Diener y Martin Seligman que comparando los índices de felicidad de dos grupos, descubrieron que el primero era altamente social y tenía los lazos de relación más fuertes. En psicología, esto está vinculado a la necesidad de pertenencia, ya que el ser humano es gregario.
Además, si un amigo nuestro está contento, es más probable que también lo estemos. Un estudio de la Escuela de Medicina de Harvard realizado a 5.000 personas mayores de 20 años encontró que la felicidad de una persona se extiende a través de su grupo social incluso hasta tres grados de separación, y que el efecto dura hasta un año. Por otro lado, la tristeza no es tan contagiosa: mientras que tener un amigo que está contento aumenta la probabilidad de ser feliz en un 15%, tener, en el caso de la tristeza se trata de un 7%.
Además, las personas con los niveles más altos de bienestar tienen más conversaciones “sustanciales” o significativas que frívolas, según detalla un estudio de 2010 publicado en la revista Psychological Science. Por géneros, las mujeres son mucho más propensas que los hombres a buscar apoyo social cuando están agotadas o agobiadas, según los investigadores de UCLA. Esto podría explicar por qué el estrés hace tanta mella sobre los varones. Al respecto, un estudio sueco descubrió que cuando los hombres obtienen suficiente apoyo social durante los momentos estresantes tienden a vivir más que aquellos con falta de apoyos.
La amistad también guarda un estrecho vínculo con el optimismo que a su vez, incrementa la satisfacción con la vida y reduce el riesgo de padecer depresión. Otro estudio publicado en el Journal of Experimental Social Psychology mostró que cuando sentimos que tenemos apoyo social, nuestra percepción visual de los desafíos realmente cambia.
Hablando de la salud, al tener apoyo social es más fácil hacer ejercicio, tener más memoria o reducir la ansiedad y la depresión, mientras que las personas que están solas tienden a tener una presión arterial más alta y otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca.
Por último, las amistades no solo mejoran nuestras vidas, sino que también las hacen más largas. Las mujeres que tienen al menos un confidente sobreviven más tiempo después de la cirugía para el cáncer de mama, mientras que una revisión de 148 estudios encontró que las personas con relaciones sociales más sólidas tienen un riesgo 50 por ciento menor de riesgo de mortalidad.
Fuente | Happify
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