domingo, 30 de agosto de 2015

Unitat, joia i pau (Fl 4, 4-7)


Viviu sempre contents en el Senyor! Ho repeteixo: viviu contents! Que tothom us conegui com a gent de bon tracte. El Senyor és a prop. No us inquieteu per res. En tota ocasió acudiu a la pregària i a la súplica i presenteu a Déu les vostres peticions acompanyades d'acció de gràcies. I la pau de Déu, que sobrepassa tot el que podem entendre, guardarà els vostres cors i els vostres pensaments en Jesucrist. 

jueves, 27 de agosto de 2015

El histórico alegato de Francisco

La encíclica del papa Francisco Laudato si’ ha supuesto un hito en la conversación global sobre la situación ambiental de nuestro mundo. Tras el documento de Bergoglio nada será igual en la mirada de la comunidad católica hacia la custodia de la naturaleza. El texto ha hecho historia por razones que van más allá de su importante repercusión en el actual debate sobre el cambio climático. El que el máximo responsable de una tradición religiosa milenaria en la que se reconocen cientos de millones de personas haga una apelación expresa a sus fieles, en el marco de un documento formal del más alto rango, a una profunda conversión ecológica es algo inaudito, por mucho que algunas voces insistan en la continuidad de esa enseñanza respecto a las impartidas por papas anteriores.

Bergoglio ha escrito un texto de hondo contenido espiritual, político, ecológico y social, en el que el compromiso con los más vulnerables y desfavorecidos de la Tierra cruza transversalmente todo el documento. Mi intuición es que su repercusión perdurará a lo largo de los próximos años, contribuyendo a alimentar los necesarios debates sobre la reconducción de la crisis ambiental, el problema de la pobreza extrema y la desigualdad Norte-Sur. Es también un escrito de rica urdimbre intelectual en la mejor tradición de la Compañía de Jesús. El jesuita argentino ha presentado un diagnóstico implacable sobre la crisis ambiental y ha tenido el acierto de situar el problema del cambio climático en ese marco más amplio, incorporando a su reflexión otros temas cruciales como la pérdida de diversidad biológica, la escasez de agua potable o la degradación de los océanos. En ese sentido, estamos ante un diagnóstico alineado con los informes más serios de las instituciones internacionales de referencia.
En la descripción de la crisis ambiental global existe una amplia coincidencia entre la comunidad epistémica de la ciencia, el movimiento ambiental internacional y las instituciones de la ONU relacionadas con el tema, si bien a la hora de explicar las causas profundas del deterioro, las explicaciones y los énfasis, como no podía ser de otro modo, son diversos. Desde el prisma de la ecología científica, el punto más débil de la aproximación de Bergoglio a las causas de la crisis ambiental es la no inclusión de la variable demográfica. Hay razones doctrinales en la cosmovisión católica relacionadas con la natalidad y la planificación familiar que se interponen en esa comprensión. Ahora bien, desde una perspectiva científica el hecho de que la población humana se haya multiplicado casi por 10 en los dos últimos siglos (ha pasado de 790 a 7.300 millones y la previsión es que alcance los 9.600 millones a mediados de este siglo) es un dato muy contundente que no puede quedar fuera de una explicación rigurosa de la crisis ambiental.
El Pontífice ha presentado un diagnóstico implacable de la crisis ambiental
Siempre ha sido un falso debate la disyuntiva causal entre la explicación demográfica versus el modelo de producción y consumo de los países desarrollados. Ambas cadenas de argumentos se complementan y refuerzan. Explicar el deterioro ambiental en función exclusivamente del modelo de producción y consumo de los países ricos es reduccionista y no se ajusta a los datos disponibles de la realidad empírica. El diferente modelo de producción y consumo que prevaleció durante siete décadas en las economías planificadas soviéticas dejó un balance ambiental desolador. Asimismo, una de las mayores debilidades del actual sistema mixto de China, en el que la economía de mercado está sujeta a un férreo control planificador por parte de su Gobierno comunista, ha sido el desastre ambiental provocado por su modelo de desarrollo. En otras palabras, la orientación consumista y la tendencia al exceso y el despilfarro que, sin duda, forman parte de la economía capitalista de mercado y del modelo de consumo de las sociedades opulentas, siendo relevantes, no agotan la explicación de las causas profundas de la crisis ambiental.
Más allá de esa divergencia, un aspecto fundamental del documento de Bergoglio es su contribución a la ampliación/renovación del marco de referencia en el que se ha situado el debate sobre el cambio climático, sesgado hacia su formulación exclusiva en términos científicos-técnicos. Ha existido al respecto una interesada confusión entre el papel imprescindible de la ciencia para comprender la esfera de los hechos —el origen, las causas directas y la dinámica del cambio climático— y la esfera de los significados, es decir, cómo afecta la desestabilización del clima a nuestra autocomprensión como comunidad global. Esa confusión ha hecho que el núcleo moral del problema haya quedado relegado durante demasiado tiempo.
Bergoglio ha situado en el centro del debate el desafío moral a que nos enfrenta este problema
Sin embargo, el cambio climático afecta a consideraciones muy relevantes de la justicia intrageneracional e intergeneracional y plantea serios interrogantes sobre los fundamentos de equidad a los que aspiran nuestras sociedades democráticas. Sus consecuencias negativas impactan e impactarán de forma devastadora a los cientos de millones de personas pertenecientes a las comunidades más pobres y vulnerables de los países en desarrollo, precisamente quienes menos han contribuido a generar el problema. En el caso de diversos Estados-isla del Sur supone incluso una amenaza existencial a su propia supervivencia físico-geográfica. Además, un incremento de la temperatura por encima de los dos grados centígrados supondrá un desastre sin paliativos para el mundo que recibirán nuestras hijas y nietos, así como para el resto de formas de vida que comparten con nosotros la biosfera. Muy oportunamente, el alegato de Bergoglio ha situado en el centro del debate el desafío moral con que nos confronta este grave problema.
La reconducción de la alteración del clima sólo es posible si se avanza hacia una economía de bajo contenido en carbono. Esa transición precisa poner fecha de caducidad al sistema energético basado en los combustibles fósiles, como lo ha reconocido la reciente cumbre de líderes del G-7. Un elemento imprescindible para garantizar ese proceso es contar con un Gobierno climáticamente responsable en Estados Unidos, ya que la necesaria transición energética-climática internacional podría descarrilar si futuros Gobiernos de ese país se retirasen de una diplomacia climática constructiva. En consecuencia, generar allí un consenso básico como el que ha predominado en Europa en los últimos 25 años es un elemento crucial para el éxito de esa transformación. Si hay alguien con autoridad para lograr la conversión ecológica de los numerosos congresistas católicos negacionistas y de los millones de personas que les apoyan en las urnas, es el papa Francisco. Ya se ha anunciado que, cuando en septiembre se dirija en persona al pleno del Congreso, cientos de miles de norteamericanos van a acompañarle desde las plazas, las calles y los lugares de culto con las velas de su conciencia encendidas. Será un momento para recordar. Quiero pensar que el gran Stefan Zweig lo incluiría entre sus momentos estelares de la humanidad.
Antxon Olabe Egaña es economista ambiental y ensayista.

Agricultores peruanos depositan legado de papa en el “Arca de Noé” en el Ártico

Representantes de las comunidades indígenas que controlan esta reserva de patata en los Andes depositaron 750 variedades de semilla botánica en Spitsbergen, isla de este archipiélago noruego que acoge el mayor depósito mundial de muestras de cultivo alimentario.
El depósito es el primero realizado en persona por una comunidad de agricultores en la bóveda, el proyecto inaugurado en 2008 por el Gobierno noruego, el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Banco Genético Nórdico y que en la actualidad cuenta con más de 860.000 semillas de cultivos alimentarios de todo el mundo.
Los ejemplares depositados, entre los que figuran variedades autóctonas únicas, constituyen una especie de “seguro de vida” y forman parte de un proceso de evolución conjunta en las comunidades, explica a Efe desde Svalbard Alejandro Argumedo, coordinador de la Asociación ANDES, impulsora del Parque de la Papa.
La cooperación a través del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO, con instituciones como el Centro Internacional de la Papa, ha permitido durante más de una década capacitar a los agricultores para producir semilla botánica y reintroducir variedades perdidas.
El resultado, dice Argumedo, demuestra “la necesidad de crear puentes entre esfuerzos locales y globales” para luchar contra el cambio climático, adaptando la patata “a las nuevas condiciones y articulando respuestas desde el desarrollo sostenible”.
“Venir acá ha sido una decisión consensuada de las comunidades en un contexto cultural que ha respetado todos los protocolos, sobre todo culturales, como pedir permiso a las montañas, a la ‘Pachamama’ o hacer una ceremonia de despedida”, añade.
Ese valor simbólico se preservó hoy en el depósito de muestras en la bóveda, acompañado por canciones y rituales de los tres indígenas de las comunidades quechuas que viajaron a Svalbard.
Al acto acudieron un representante del Gobierno noruego, el director general de la FAO, José Graziano da Silva, y el ministro de Agricultura de Costa Rica, Luis Felipe Arauz Cavallini.
Este país centroamericano realiza también un aporte de parientes silvestres de la patata a cargo del Centro de Investigación Agrícola de la Universidad de Costa Rica, fruto de la cooperación a través del tratado internacional.
El valor de las variedades silvestres, que se han ido adaptando a los cambios climáticos por su cuenta, radica “en ver qué tienen en su genética para ayudar a nuestros cultivos a producir más”, señala Luis Salazar, del Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos.
Esa “lucha constante” por encontrar variedades se plasma en los esfuerzos del fondo por recolectar parientes silvestres de la papa en México, Colombia y Perú, con el objetivo de mejorar las colecciones nacionales y el acceso global a las muestras.
Un ejemplo es la colaboración que el Parque de la Papa ha iniciado, a través del sistema multilateral, para transferir material a otras comunidades en Bután, China, India y Tayikistán.
“Esto puede servir de incentivo para que otras comunidades puedan desarrollar este tipo de actividades, y que estas colaboraciones se puedan extender y ayudar a otros cultivos y a otras culturas”, resalta Alejandro Argumedo.
La bóveda de Svalbard está excavada a 130 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca, impermeable a los terremotos, la actividad volcánica, la radiación y la crecida del nivel del mar.
Tiene una capacidad total de 4,5 millones de muestras y unos 2.000 millones de semillas, guardadas en paquetes sellados dentro de cajas cerradas herméticamente, y consta de tres cámaras, de las que hasta ahora sólo se ha usado una.
Las semillas están almacenadas a una temperatura de -18 grados Celsius, que garantiza una baja actividad metabólica y un perfecto estado de conservación durante siglos; en caso de fallo eléctrico, el “permafrost” ártico (capa permanentemente helada) del exterior actuaría como refrigerante natural. EFEverde

Agricultores peruanos depositan legado de papa en el Inauguración de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, en la isla de Longyearbyen

Susan Sarandon reclama el perdón de un condenado a muerte

Susan Sarandon está llevando a cabo una labor de concienciación para impedir la muerte de Richard Glossip, condenado por encargar a otro hombre la muerte de un tercero. Glossip se considera inocente de los cargos que se le imputan y Susan Sarandon está luchando para que se le otorgue una orden judicial que suspenda temporalmente la ejecución, fijada para el 16 de septiembre. 
Richard Glossip tiene 52 años y está condenado a muerte por pagar a otro hombre para que cometiera el asesinato, según publica Variety. El acusado niega los hechos y afirma que no hay pruebas que demuestren su implicación en el caso. Susan Sarandon se enteró por la hermana Helen Prejean, a la que interpretó en la película «Pena de muerte» (1995) y cuyo papel le valió el Oscar. 
«La hermana Helen Prejean me llamó y me convenció de que este hombre, Richard Glossip, era inocente y que necesitaba otra oportunidad para conseguir mejor representación para presentar nueva información que pueda establecer una duda razonable de su culpabilidad y salvarlo de ser ejecutado», aseguró la actriz a la revista People.
Susan Sarandon ha logrado recoger 150.000 firmas para evitar la ejecución pero no ha logrado un gran éxito. A pesar de que no se ha rendido, la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin, ha indicado que no se cancelará la ejecución.
Susan Sarandon reclama el perdón de un condenado a muerte
La actriz Susan Sarandon

Un Poco de Humor


Protegint la natura


“El gran cabdill de Washington ha parlat, desitja comprar la nostra terra. El gran cabdill ha dit també unes paraules d’amistat i de pau. Està molt bé de la seva banda, ja que nosaltres sabem que a ell no li cal la nostra amistat. Però considerarem la seva oferta, perquè sabem que si no venem la nostra terra, l’home blanc vindrà amb els seus fusells i en prendrà possessió.”
“Com us és possible, a vosaltres, de comprar, o a nosaltres, de vendre, l’aire, l’escalf del nostre sòl? No ens en sabem avenir. Nosaltres no posseïm pas l’aire vibrant ni l’aigua que clapoteja; ¿com, llavors, ens els podeu comprar? Quan arribi l’hora, prendrem la decisió que fa al cas. Però això no serà fàcil. Ja que per a nosaltres aquesta terra és sagrada. Gaudim molt en els nostres boscos. La nostra vida és diferent de la vostra. L’aigua guspirejant que s’esmuny pels rierols i rius no és pas simplement aigua per a nosaltres, sinó la mateixa sang dels nostres avantpassats. Si us venem la terra, heu de pensar molt bé que per a nosaltres és una terra sagrada i que cal que ensenyeu als vostres fills que és una terra santa i que cada reflex de l’aigua límpida del llac relata els esdeveniments del passat del meu poble. El murmuri de l’aigua és la mateixa veu dels pares del meu pare. Les rieres són les nostres germanes, apaivaguen la nostra set. Els rius sostenen i duen les nostres canoes i nodreixen els nostres infants. Les cendres dels nostres avantpassats són sagrades. Ja sabem que els homes pàl·lids no comprenen la nostra manera de viure. Per a ells, un tros de terra és idèntic a un altre, perquè és un estranger que ve de nit i pren el terreny que li calgui. La terra no és la seva germana, sinó la seva enemiga. I quan l’ha conquerida, se’n va lluny. Això no li és problema. Oblida la tomba dels seus avantpassats i l’heretatge dels seus fills. Considera la seva germana terra i el seu germà aire com dues mercaderies que pot explotar i revendre com pacotilla. La seva voracitat li farà devorar tot el que existeix a la superfície de la terra i, darrera d’ell, no deixarà més que un desert.”
“Això ho sabem: tot es correspon, com la sang que lliga una família. Tot pertany a tot. L’home no ha teixit la trama de la vida, no n’és sinó un fil.” “On són els matolls, els plançons? Desapareguts! On és l’aire? Desaparegut! Hem de dir adéu als poltres ràpids i a la caça. Què significa això? Això significa la fi de la vida i el començament de l’extinció.”
“Però nosaltres sabem una cosa: el nostre Gran Esperit és el mateix que el vostre Déu i aquesta terra li és preada. L’home blanc no es pot escapolir de la sort de tots. Potser a fi de comptes serem, tanmateix, tots germans. Un dia ho veurem.” 


Discurs de Seattle, cap de la tribu Duwamish (Estat de Washington, 1855) 

La Vida (III)


La Vida (II)


La vida (I)


La educación




miércoles, 26 de agosto de 2015

Tradiciones religiosas y laicidad ¿De qué tradición estamos hablando?

La mayoría de los alcaldes que asisten a actos religiosos dicen que lo hacen, no porque sean creyentes en primera instancia, sino por fidelidad a una tradición local, regional o nacional. Si no lo hicieran, sus paisanos los catalogarían como bichos raros. Lo curioso es que algunos de estos alcaldes que asisten a estas procesiones no se les conocía semejante afición cuando eran, sin más, ciudadanos de a pie, sin cargo político público. Ahora con el cargo al hombro parece que se les ha despertado su genotipo tradicionalista.
Desgraciadamente, el fenómeno se extiende como una plaga en la hornada política. Y da lo mismo que los alcaldes sean de derecha que de izquierda. A muchos de ellos se les llena la glotis con la palabra tradición. Les va su marcha, valga la paradoja. Lo más curioso es que, si por lógica, los calificamos como tradicionalistas, replicarán que no nos pasemos, que una cosa es amar la tradición de su pueblo y otra ser tradicionalista y de las Jons. Y, por esta vez y sin que sirva de precedente, habrá que darles la razón, aunque en la práctica concreta actúen en estos asuntos como si lo fueran.
Tanta unanimidad conmueve. ¡Ni que la clase política hubiera hecho una convención para ponerse de acuerdo y decir lo mismo! Eso sí, más allá de este simple acto de habla no encontraremos más aportación que la apelación justificativa del clásico “es la tradición, ¿no?”. Ni siquiera reparan en el obsceno hecho de pensar lo mismo que sus oponentes cuando eso lo tienen prohibido por los estatutos del partido. Extraña actitud, pues los políticos como mejor se definen es afirmando lo contrario que sus adversarios. No es normal que cierta izquierda y la derecha defiendan la tradición y se rebelen al unísono creyente contra quienes pretenden, dicen, quitarles el santo y su procesión.
Como mínimo diría que se trata de una unanimidad acrítica. Apelar a la tradición parece un argumento honorable, toda vez que con ello se celebra la memoria de nuestros antepasados, pero si no se va más allá de esta emocional razón… significa que no se ha superado el umbral del impresionismo.
Las tradiciones no son inocentes, ni neutras. Son formas culturales que reflejan el comportamiento colectivo de una sociedad tanto si son del pasado como del presente. Y la cultura tiene siempre un aspecto creativo, pero, también, regulativo, normativo y prescriptivo. No todo en ella es longaniza. Recordemos las veces que se ha relacionado cultura con la palabra barbarie. En efecto. No todas las tradiciones han sido positivas para el desarrollo de las colectividades y, mucho menos, para la emancipación del individuo. La fuerza coercitiva de los poderes locales, civil y eclesiástico, jamás ha permitido el libre desarrollo y autónomo del sujeto. Si algo perturbador tiene la tradición del pasado –sobre todo religiosa- es su obsesión por arrasar al disidente, al llamado hereje, sambenito que bastaba para llevar a uno a la hoguera.
Que no todas las tradiciones han sido oro molido lo revelaría el hecho incuestionable de que muchas desaparecieron, porque en ellas el respeto a la diferencia y a dignidad humana dejaban mucho que desear Ha habido tradiciones y costumbres que han sido un insulto a la racionalidad más elemental. Hacerlas desaparecer ha costado miles de años y, desgraciadamente, millones de muertos. Y se trataba de unas tradiciones consideradas la mar de honorables. No en vano su calidad venía garantizaba por la autoridad del crucifijo y, por si este fallaba, aparecía el argumento incontestable de la espada y del potro de tortura. Digámoslo ahora que podemos: en este país, rara será la tradición cuyo origen y desarrollo no haya dependido del férreo nihil obstat de la autoridad eclesiástica. Muchas tradiciones que actualmente se festejan tienen una genealogía poco compatible con el pluralismo y la libertad.
La gente que asiste a una procesión piensa que no hace mal a nadie, pues se limita a manifestar públicamente su fe en la virgen del Pilar y en san Fermín. Esa misma reflexión debería acompañarles cuando en la vía pública se manifiesta otra gente defendiendo ideas y planteamientos nada acordes con los planes inexistentes de Dios, ordenados e inventados por la obispada de turno.
Pero el acto de asistir a una procesión, sea laica o religiosa, no es inocuo. Lo saben hasta quienes se las dan de ingenuos. Menos inocente lo será si tal acto lo protagoniza un cargo público. La ideología que contiene una procesión, una romería, una ofrenda, un rosario y viacrucis públicos, es teología de catecismo concentrada. Teología del fetiche y de una imaginería casi siempre medieval o de la época de Chindasvinto. No es de extrañar. La parafernalia ritual eclesiástica huele a incienso viejo y revenido.
Se dice que estas manifestaciones religiosas se asientan en la tradición. Especifiquemos: en una determinada tradición. No otra. Una tradición que rezuma religión por todos los lados. No en vano, la religión ha sido el elemento fundamental utilizado para cohesionar, eufemismo de someter, a la propia sociedad. No existía acto de cierta transcendencia, aunque fuera de naturaleza civil, que no estuviera presidido por una imagen religiosa, una cruz y la presencia del hisopo. Todo debía pasar por la mirada omnipresente del ojo eclesiástico.
La tradición que postulan estos alcaldes es una tradición que ha sido un oprobio, una negación absoluta de la libertad de conciencia, de la libertad de pensamiento y de la misma liberta religiosa. Pues la base de su fe era totalitaria. Esta tradición, humus nutricio de las que actualmente existen y son reclamadas por acríticos alcaldes, hunde sus raíces en el más grasiento oscurantismo de la tradición católica. Una tradición que se consideraba representante exclusivo y excluyente de la marca Dios. La tradición religiosa que defienden estos alcaldes se remonta a una tradición en la que no había más espectáculo público que la adoración a un Dios secuestrado por la Jerarquía Eclesiástica. De hecho, su funcionamiento y su finalidad avasalladora confesional siguen como en la época del nacionalcatolicismo.
Pero ya ven, aun tratándose de una tradición indigesta, defiendo que procesiones, romerías, ofrendas y rosarios se manifiesten en la vía pública. Pues entiendo que las personas tienen derecho a proclamar públicamente sus creencias, sus obsesiones y sus fetiches particulares. Y con igual rotundidad sostengo que dichas manifestaciones y procesiones deberán convocarlas y organizarlas únicamente las iglesias locales, sometiéndose su petición al permiso del poder civil.
Los ayuntamientos deberán mantenerse alejados de su contacto y no permitirán que dicha materia forme parte de sus programas de fiestas. Ni misas, ni procesiones. Nada que recuerde a esa tradición religiosa que hemos descrito debe formar parte de su nomenclátor y protocolaria actuación.
Si los alcaldes quieren contribuir a la permanencia de una tradición, que hace tiempo debería haber desaparecido, háganlo en nombre propio, a título individual. Nunca como alcaldes y en nombre de los demás. Jamás con la pretensión ridícula de representar a todas la sociedad. Si hay un ámbito en el que no la representan ese es, precisamente, el ámbito plural de las creencias confesionales de la sociedad. La parte nunca representa el todo.

Victor Moreno
http://www.nuevatribuna.es

El Estado Islámico vuela el Templo de Baalshamin, en la antigua ciudad de Palmira

La información ha sido difundida por el máximo responsable de la Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria, Maamun Abdulkarim.
Milicianos del Estado Islámico han dinamitado el Templo de Baalshamin en la antigua ciudad de Palmira, en Siria, uno de los mejor conservados del complejo arqueológico.
Esta sería el primer ataque contra estas ruinas de la antigua ciudad romana de Palmira, tomada por los yihadistas el pasado mes de mayo en una ofensiva. 
"Hemos dicho en repetidas ocasiones que la siguiente fase será la de aterrorizar a la gente y, cuando tengan tiempo, destruir los templos. Estoy viendo cómo se destruye Palmira ante mis ojos. Que Dios nos ayude en los días venideros", ha dicho Abdulkarim. 
Asimismo, ha asegurado que el grupo terrorista ha iniciado excavaciones para intentar encontrar oro y otros tesoros en la ciudad. 
Hace una semana el Estado Islámico decapitó a Jaled Asaad, el arqueólogo jefe de Palmira tras tenerlo un mes detenido y someterlo a interrogatorios. Asaad llevaba más de 50 años trabajando en estas ruinas. 
Ante la amenaza del Estado Islámico, las autoridades sirias habían trasladado ya cientos de estatuas a un lugar seguro por temor a que fueran destruidas por los yihadistas, que rechazan cualquier representación de la figura humana. 
En junio el Estado Islámico ya voló dos antiguas mezquitas de la ciudad de Palmira por, según dijeron, acoger prácticas paganas y sacrílegas dentro de sus muros.Siguiente
El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) divulgó este martes fotografías de la destrucción del templo de Baalshamin, en la histórica ciudad de Palmira, en el este de Siria, un acto que levantó la indignación internacional.
Varias imágenes muestran a militantes colocando cilindros que, probablemente, contienen explosivos, dentro del templo.
Las fotos muestran también una enorme explosión y una montaña de escombros en lo que parece ser el lugar donde se encontraba el célebre templo.
El templo de Baalshamin, cuya construcción se inició en el año 17 antes de ser embellecido en el año 130 por el emperador romano Adriano, era el santuario más importante del sitio arqueológico de Palmira tras el de Bel, según el Museo del Louvre de París.
Era considerado una de las joyas de esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, consideró la destrucción del templo como "un nuevo crimen de guerra y una pérdida considerable para el pueblo sirio y la humanidad".

La creació (Gn 1-2, 1-3)


Al principi, Déu va crear el cel i la terra. La terra era caòtica i desolada, les tenebres cobrien la superfície de l'oceà, i l'Esperit de Déu planava sobre les aigües.
Déu digué:

-Que existeixi la llum.
I la llum va existir. Déu veié que la llum era bona, i separà la llum de les tenebres. Déu va donar a la llum el nom de dia, i a les tenebres, el de nit. Hi hagué un vespre i un matí, i fou el primer dia.
Déu digué:
-Que hi hagi un firmament enmig de les aigües, per a separar unes aigües de les altres.
I va ser així. Déu va fer la volta del firmament i va separar les aigües que hi ha a sota la volta de les que hi ha a sobre.Déu donà a la volta del firmament el nom de cel.
Hi hagué un vespre i un matí, i fou el segon dia.
Déu digué:
-Que les aigües de sota el cel s'apleguin en un sol indret i apareguin els continents.
I va ser així. Déu donà als continents el nom de terra, i a les aigües aplegades, el de mar. Déu veié que tot això era bo.
Déu digué:
-Que la terra produeixi vegetació, herbes que facin llavor i arbres de tota mena que donin fruit amb la seva llavor, per tota la terra.
I va ser així. La terra produí la vegetació, les herbes de tota mena que fan la seva llavor i els arbres de tota mena que donen fruit amb la seva llavor. Déu veié que tot això era bo.
Hi hagué un vespre i un matí, i fou el tercer dia.

Déu digué:
-Que hi hagi a la volta del cel uns llumeners per a separar el dia de la nit i assenyalar les festivitats, els dies i els anys, i que des de la volta del cel il·luminin la terra.
I va ser així. Déu va fer els dos grans llumeners: un de més gran que governés el dia i un de més petit que governés la nit; va fer també les estrelles.Déu els col·locà a la volta del cel perquè il·luminessin la terra, governessin el dia i la nit i separessin la llum de les tenebres. Déu veié que tot això era bo.
Hi hagué un vespre i un matí, i fou el quart dia.
Déu digué:
-Que les aigües produeixin éssers vius que s'hi moguin i animals alats que volin entre la terra i la volta del cel.
Déu va crear els grans monstres marins, els éssers vius de tota mena que es mouen dintre l'aigua, i tota mena d'animals alats. Déu veié que tot això era bo. Déu els beneí dient-los: 


-Sigueu fecunds, multipliqueu-vos i ompliu les aigües dels mars, i que els animals alats es multipliquin a la terra.
Hi hagué un vespre i un matí, i fou el cinquè dia.
Déu digué:

-Que la terra produeixi éssers vius de tota mena: bestioles i tota mena d'animals domèstics i feréstecs.
I va ser així. Déu va fer tota mena d'animals feréstecs i domèstics i tota mena de cucs i bestioles. Déu veié que tot això era bo.

Déu digué:
-Fem l'home a imatge nostra, semblant a nosaltres, i que sotmeti els peixos del mar, els ocells del cel, el bestiar, i tota la terra amb les bestioles que s'hi arrosseguen.
Déu va crear l'home a imatge seva, el va crear a imatge de Déu, creà l'home i la dona. Déu els beneí dient-los:
-Sigueu fecunds i multipliqueu-vos, ompliu la terra i domineu-la; sotmeteu els peixos del mar, els ocells del cel i totes les bestioles que s'arrosseguen per terra.
Déu digué encara:
-Mireu, us dono totes les herbes que fan llavor arreu de la terra i tots els arbres que donen fruit amb la seva llavor, perquè siguin el vostre aliment. A tots els animals de la terra, a tots els ocells del cel i a totes les bestioles que s'arrosseguen, a tots els éssers vius de la terra, els dono l'herba verda per aliment.
I va ser així.
Déu veié que tot el que havia fet era molt bo.
Hi hagué un vespre i un matí, i fou el sisè dia.

Així van quedar acabats el cel i la terra amb tots els seus estols. El setè dia, Déu havia acabat la seva obra. El dia setè, doncs, va reposar de tota l'obra que havia fet.Déu va beneir el dia setè i en va fer un dia sagrat, perquè aquell dia reposà de la seva obra creadora. 

Benaurances


Serem feliços en la pobresa Si amb les mans buides veiem l’amor de Deu

SI EL GRA DE BLAT NO CAU
A TERRA I MOR ÉS IMPOSSIBLE QUE DONI FRUIT.


Si a l’esperança obrim el cor AQUELL QUE DONA LA VIDA PER AL
Deixem-ho tot i guanyarem el cel Serem feliços en la humilitat
Si ens fem petits i amb el cor senzill Sera la nostra heretat ,la terra, la terra.


SEU GERMÀ
TINDRÀ SEMPRE AL SENYOR.


Serem feliços en compartir donant de franc quelcom del nostre temps

a qui se sent sol i oblidat
podrem gaudir la vida al regne etern Serem feliços si som transparents
si se’ns llegeix als ulls sinceritat. Podrem sentir dins del cor
el Deu vivent, el Deu vivent.


Serem feliços cercant la pau
trencant cadenes, vivint en llibertat si desterrem rancúnies i odis esdevindrem fills del pare estimat Serem feliços si som perseguits Quan perdonem aquell qui ens ha ofes.
El nostre anhel no sera mai destruit, mai destruit. 

kairoi

Temps d’oportunitat


Somia el que vulguis somiar, vés on vulguis anar,
sigues el que vulguis ser, perquè només tens una vida i una oportunitat per fer les coses que vols fer.

Tingues la suficient felicitat que et faci dolç,
els suficients entrebancs que et facin fort,
la suficient tristesa que et faci humà i la suficient esperança que et faci feliç.
Posa’t sempre a la pell d’altres persones,
si sents que et fa mal,
probablemen
t també n’hi farà a aquella persona. La majoria de la gent feliç no necessàriament
té el millor de cada cosa,
ells només agafen el millor de les coses
que apareixen al llarg del seu camí.

La felicitat existeix per aquells que ploren, aquells que els fa mal,
aquells que han buscat,
aquells que s’han entrebancat,
perquè només ells
poden apreciar la importància de les persones que han tocat les seves vides! 

sábado, 22 de agosto de 2015

¿Existe realmente el libre albedrío?

Posiblemente sea el experimento más famoso en neurociencia.
En 1983, Benjamin Libet desató una controversia con su demostración de quenuestra sensación de libre albedrío podría ser una ilusión.
Y es una controversia que, con el correr del tiempo, solo ha ido en aumento.
El experimento de Libet tiene tres componentes vitales: una elección, una medición de la actividad cerebral y un reloj.
La elección es mover el brazo izquierdo o el derecho. En la versión original la decisión se hace al girar la muñeca. En otras versiones de la prueba se hace levantando un dedo de la mano izquierda o de la derecha.
A los participantes se les instruye a "dejar que el impulso (de hacer el movimiento) aparezca por sí solo en cualquier momento, sin ninguna planificación previa o sin tener que concentrarse sobre cuando actuar".

Medición crucial

El tiempo exacto en el que uno hace el movimiento queda registrado al activarse los músculos del brazo.
La medición de la actividad cerebral se hace por medio de electrodos sobre el cuero cabelludo.
Puede que te parezca que estás en control de tus acciones, ¿pero no se tratará de una ilusión?
Cuando los electrodos se colocan por encima de la corteza motora (aproximadamente en el medio de la cabeza) una señal eléctrica distinta aparece entre la derecha y la izquierda, al planificar y ejecutar el movimiento en cualquiera de los dos lados.
El reloj está especialmente diseñado para permitir que los participantes perciban cambios de menos de un segundo y consiste de un solo punto que se desplaza dando vueltas a la circunferencia cada 2,56 segundos. Esto significa que al reportar la posición se está reportando el tiempo.
Si suponemos que puedes reportar la posición exactamente a un ángulo de 5 grados, esto significa que puedes usar este reloj para dar un reporte del tiempo en menos de 36 milisegundos, es decir 36 milésimas de un segundo.
Mezclando esos ingredientes, Libet realizó una medición crucial extra. Les pidió a los participantes reportar, utilizando el reloj, el punto exacto cuando tomaron la decisión de hacer el movimiento.

Resultado explosivo

Desde hacía varias décadas los fisiólogos ya sabían que una fracción de segundo antes de hacer un movimiento ocurre un cambio en las señales eléctricas en tu cerebro.
Y así fue en el experimento de Libet, en el que menos de un segundo antes de que los participantes se movieran un cambio probado podía quedar registrado utilizando los electrodos.
Si realmente creyéramos de todo corazón que la mente está basada en el cerebro, entonces sabríamos que todo cambio mental debe tener un cambio correspondiente en el cerebro.
Sin embargo, el resultado explosivo se produjo cuando los participantes reportaron su decisión de hacer el movimiento. Esto ocurrió entre el cambio eléctrico en el cerebro y el movimiento real.
Esto significa, tan seguro como que toda causa tiene un efecto, que la sensación de decidir no podía ser un reporte preciso de lo que estaba causando el movimiento.
El registro de electrodos mostró que, en cierto sentido, la decisión ya había sido tomada antes de que los participantes estuviesen conscientes de ejecutarla. Las señales del cerebro estaban cambiando antes de que ocurriese la experiencia subjetiva de tomar una decisión.
Y eso encendió la polémica. ¿Ya los cerebros de los participantes habían tomado la decisión? ¿Era la sensación de escoger simplemente una ilusión?

Intuiciones dominantes

Hay mucho más que discutir sobre la neurociencia y el libre albedrío que este único experimento, pero su simpleza permitió atrapar la imaginación de muchos de los que piensan que nuestra condición como criaturas biológicas limita nuestra libre voluntad.
Igualmente, de quienes argumentan que el libre albedrío sobrevive el reto de tener nuestras mentes basadas firmemente en nuestros cerebros biológicos.
Parte de la atracción del experimento de Libet se debe a dos intuiciones dominantes que tenemos acerca de la mente. Sin estas intuiciones el experimento no parecería tan sorprendente.
La primera intuición es la sensación de que nuestra mente es una cosa separada de nuestro ser físico, un dualismo natural que nos empuja a creer que la mente es un lugar puro, abstracto, libre de limitaciones biológicas.
Pensar un instante en la última vez que andabas de mal humor porque estabas hambriento hace añicos esta ilusión, pero yo argumentaría que sigue siendo un tema persistente en nuestra forma de pensar.
Mujer
No hay razones para pensar que somos reporteros fidedignos de todos los aspectos de nuestras mentes. 
¿Por qué otra razón seríamos los menos sorprendidos de que es posible encontrar correlaciones neurales de eventos mentales?
La segunda intuición generalizada, que nos deja sorprendidos por el experimento de Libet, es la creencia de que conocemos nuestra propia mente,que nuestra experiencia subjetiva de tomar decisiones es un reporte exacto de cómo se tomó esa decisión.

Ilusión

La mente es como una máquina. Siempre que funcione bien, nos sentimos alegremente ignorantes de cómo lo hace. Es solo cuando surgen errores y contradicciones que nos llama la atención mirar bajo el capó.
Manos encadenadas
Algunos creen que nuestro ser biológico limita nuestra libre voluntad.
Y así surgen interrogantes como: ¿Por qué no vi esa salida? ¿Cómo pude olvidar el nombre de esa persona? ¿Por qué la sensación de decidir ocurre después de los cambios del cerebro asociados con la toma de decisiones?
No hay razones para pensar que somos reporteros fidedignos de todos los aspectos de nuestras mentes. De hecho, la psicología nos da muchos ejemplos de casos en los que muchas veces nos equivocamos.
La sensación de decidir en el experimento de Libet podría ser una completa ilusión. Quizás la verdadera decisión está hecha de alguna forma "por nuestro cerebro" o tal vez simplemente sea que la sensación de decidir está atrasada con respecto a nuestra decisión real.
Solo porque reportamos erróneamente el momento de la decisión no quiere decir que no estuvimos íntimamente involucrados en tomarla, en el sentido significativo que eso pudiese tener.
Cada año se escriben más cosas sobre el experimento de Libet. Es algo que ha generado una industria académica que investiga la neurociencia del libre albedrío. Hay muchas críticas y refutaciones con un intenso debate sobre cómo – y si lo es - es relevante para la libertad de nuestras elecciones de todos los días.
Incluso los partidarios de Libet tienen que admitir que la situación usada podría ser demasiado artificial para ser un modelo directo de las elecciones reales cotidianas.
Sin embargo, el experimento básico continúa inspirando discusión y generando nuevos pensamientos sobre la manera en que nuestra libertad tiene sus raíces en nuestro cerebro.
Y eso, yo argumentaría, se debe a la forma como nos ayuda a confrontar nuestras intuiciones sobre el funcionamiento de la mente y a ver que las cosas son más complicadas de lo que instintivamente imaginamos.